Cuando nació la Asociación de Fotógrafos Isleños (Focois) me alegré de ver que la fotografía cofrade crecía, porque así todos tendríamos mejores imágenes para disfrutar, pero la ciudad de San Fernando ganaría con imágenes que atrajeran la atención a través de las redes, al igual que el belenismo isleño triunfó a nivel nacional gracias a las fotos de Andrés Quijano y su página de belenistas de La Isla.
Pero no todo son fotografías. Esperaba de Focois cursos, que si han ofrecido, pero esperaba sobre todo unas normas de comportamiento que impidieran hechos como una nube de personas delante de los pasos con cámara enfocando y otros incluso acompañando y con cámara en mano. Que Focois recomendara que nadie vistiera prendas rojas, amarillas, verdes o fluorescentes, que supongan una efecto cantoso en la fotografía. Y que la asociación difundiera esas recomendaciones para concienciar a la población, pues no todos los fotógrafos son socios de la entidad.
En un ensayo de 2015. Por recomendar que no falte, pues en el ensayo celebrado este sábado por la cuadrilla de Columna, acompañado de la agrupación musical Virgen de las Lágrimas, era difícil ver los pies de los cargadores e incluso la mesa de ensayo. Un amigo preguntaba, ¿por qué hay tanta gente alrededor de la mesa de ensayo? Y no le supe responder, salvo una cosa cierta, que hay muchas ganas de Semana Santa y que ésta, aunque parece lejana, cuando llega, pasa volando y comienza una cuenta atrás.
Pero eso sí, que los profesionales de los medios de comunicación y esos fotógrafos que nos regalan esas espectaculares imágenes, podamos trabajar sin obstáculos. Todos conocemos esos que se han puesto delante con una cámara y haciendo un papel, pues no grababan nada.
A mi me gusta ver una multitud detrás de los pasos, haciendo penitencia. No delante.
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