Ha sido una semana dura, en lo deportivo, para el Recre. Y digo lo deportivo porque a nivel institucional la cosa va de sobrevivir siempre y ya estamos estabilizados en lo nefasto. No vamos a repetir que hay que pagarle a Hacienda para ser un club normal, porque el que no se haya enterado de eso ha debido estar metido dentro de un agujero negro los últimos años.
Me centro en lo deportivo. Y es que el partido ante el Cartagena fue un nefasto espectáculo basado en la desgracia. El Recreativo no jugó excelente, ni mucho menos, pero tampoco me dejó con mal sabor de boca viendo las circunstancias. Lucharon hasta el final y la pena fue que el segundo gol llegara tan tarde. Arbitraje horrible, algo a lo que ya estamos acostumbrados, errores propios como encajar el gol de falta (estaba muy bien tirada, pero algo más se pudo hacer) y las dos expulsiones tan infantiles que hicieron Núñez y Santi Luque, nos sentenciaron, además del acierto en los momentos clave del equipo rival.
Pero además de eso, creo que no hemos visto al Decano más fuerte posible. Y lo creo que porque el jugador más destacado y líder de aquella racha de cuatro victorias seguidas es Djak Traoré y estaba en el banquillo. Un jugador con tremendo despliegue físico y con criterio táctico, joven y que se puede revalorizar, no tiene sentido, salvo que ocurra algo que desconocemos, que no sea de la partida inicial.
Pero el caso lo hago extensible al ya ex jugador Antonio Domínguez. En un equipo al que le falta ante todo gol, el máximo goleador de la pasada campaña, el que salvó con sus goles al equipo en la temporada más dura, ha tenido que hacer las maletas ante la falta de oportunidades. Incomprensible para mí. Le deseo toda la suerte del mundo a él y espero no llevarme las manos a la cabeza por echarle de menos, algo que creo, ocurrirá cuando le den confianza.
Las idas crean oportunidades, o eso parece. Ahora Víctor Barroso ha renovado y tiene a favor ser de la partida ante el Murcia. El joven canterano ha ido abriéndose paso hasta ir convocado y jugar con el primer equipo. Y cosas buenas se le ven. Lo agridulce de esto es que la historia ya suena mucho: chaval de la cantera, demuestra su valía, su amor al Recre y ante todo su aptitud frente a otros jugadores… y en poco tiempo debe hacer las maletas porque aquí no cuentan con él. No sé si Víctor será el siguiente, de momento disfrutémoslo, si juega. Pero es que miro atrás y veo a tantos otros triunfando fuera… que da rabia.
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