Desde la red

Juicio técnico en el Decano

Porque Casquero está verde. Los cambios no suelen mejorar, el equipo no evoluciona, al contrario, parece que va a peor

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Javier Casquero estará mañana ante un nuevo referéndum popular que ya ha hablado. La derrota siempre duele, pero ante el Melilla no fue tanto perder tres puntos como la forma en la que se hizo. Y es que el Decano, que presumía de plantilla potente sobre todo en los últimos tres cuartos de campo, sufre en exceso no sólo para materializar sus ocasiones, si no para generarlas con cierta asiduidad. No sólo eso, el equipo defiende bien en general pero en todos los partidos comete uno o dos errores a nivel individual o colectivo que los rivales no perdonan. Además de eso, el equipo no transmite ningún estilo de juego, que sí esfuerzo, pero hace falta algo más. Es normal que tras diez jornadas los aficionados estén que trinen, más que nada porque la historia parece condenada a repetirse otra vez.

Y es que aunque aún estemos con embargos, aunque nadie salvo la Directiva y el propio Eurosamop conozcan al detalle el contrato, cuando todavía hay que hacer encaje de bolillos para ir pagando mes a mes y cuando todavía Comas está en paradero desconocido siendo buscado por la justicia, si algo mantenía en pie a estos aficionados era el fútbol como tal. En realidad no, el Recre tiene esa cosa con su gente que nos hace supervivientes a todo. Pero el verano fue ilusionante por nombres, por teóricos fichajes y de momento no se está confirmando nada. El propio Casquero ha cambiado el discurso del “somos el Decano y tenemos que estar arriba” al “medio-largo plazo”. Lo cierto es que a mí, y a muchos más, nos da la sensación de que hay equipo para mucho más y que el eslabón más débil es el entrenador.

Porque Casquero está verde. Los cambios no suelen mejorar, el equipo no evoluciona, al contrario, parece que va a peor. Boris es una isla desierta, no se castigan los fallos defensivos de Casquero o Julio teniendo recambios en una amplia plantilla y jugadores como Domínguez, Gorka Santamaría, Zambrano o David Segura no saben qué hacer para encontrar su hueco cuando quizás sí podrían tenerlo. Y no quiero que se equivoquen, no hay nada personal contra el exjugador de Getafe y Sevilla y ahora técnico del club. No me cae ni bien, ni mal. No es un Alejandro Ceballos que hizo daño voluntariamente al club aunque tampoco tiene la beatificación merecida de Pavón. Es un entrenador y hay que juzgarlo como tal, dejando mucho que desear de momento.

Lo cierto es que no creo que lo echen, por ser representado de Juanma López. Pero además, ahora tiene tres partidos en una semana, lo que será una oportunidad para resarcirse o bien para explotar a la afición. Ojalá lo primero. ¡Seguimos!

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