El 6 de octubre es una fecha que será recordada con ilusión y optimismo por todo el seno Recreativista. Ese día disfrutamos el adiós definitivo de un dirigente tirano. Y lo ha conseguido la afición, los que tiran del carro cuando nadie quería las riendas. Y la expropiación del Ayuntamiento concluida con final feliz.
Pero, ¿ahora qué? Es la gran pregunta. De momento la nueva junta directiva aporta por encima de todo sentimiento por el club. El Recre les duele y es un plus. Pero no es sólo cuestión emocional, se ha compuesto un equipo directivo técnico con gente muy preparada en diferentes sectores. Destaco a Manuela Romero Landa, que tiene experiencia de sobra con el Sporting de Huelva en sobrevivir y hacer un trabajo excelente cada año. Me enorgullece que esté Roberto Sánchez, elegido democráticamente por el Trust como representante, por lo que es el hombre de la afición. Pero además, licenciado en Administración y Finanzas y perfectamente preparado. Y me encanta el presidente, Manolo Zambrano. Él es la personificación del Recreativo que queremos: saber estar, conocer bien las diferentes parcelas, una persona querida y que quiere a su club. Los demás son gente preparada, pero no tengo el gusto de conocerlos.
Posiblemente nos llevemos las manos a la cabeza en los próximos días. Conoceremos los datos reales de la situación económica del club. Descubriremos agujeros desconocidos y las peculiaridades contractuales del anterior dueño. Es también una patata caliente el tema deportivo: Ceballos llegó de la mano de Comas y para colmo, no está respondiendo con resultados. Estos dos partidos en casa pueden llevar a tomar decisiones y para eso es un plus contar con Zambrano, hombre de fútbol.
Entre los empleados también habrá que ver qué pasa. Parece que Segovia volverá, a falta de confirmación, a coordinar la cantera. Quizás algún despedido en otros tiempos pueda volver. Quizás haya cambios. El que seguro volverá, o se reformará, será el apartado de comunicación. Se debería de restaurar la web y las cuentas de Facebook y twitter, usurpadas por el tirano como medio personal en los últimos tiempos.
Y los grandes objetivos de este consejo transitorio son llegar a un acuerdo con Hacienda, algo que sería otra gran noticia, al igual que con la Seguridad Social; poner al día no sólo a la primera plantilla, sino a los escalafones inferiores y empleados; acercar el club a nuevos patrocinadores y dejar claras unas bases concisas para la futura venta.
Porque lo más importante es que hayamos aprendido de esta terrible experiencia. Y que aseguremos contractualmente de alguna forma que el nuevo dueño no pueda deshacer tanto como para destruir un club.
Queda trabajo. Quedan disgustos y celebraciones. Queda Recre. n
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