De ciudad.es

Descentrados

El transporte hay que llevarlo allí donde viaja el trabajo. Hay que estar ciegos para no ver que el mayor consumidor de transporte público es el trabajador “pri

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Entre nuestro clima y nuestro sabor, entre el callejeo y nuestro tapeo, vivimos autocomplacientes, del citycenter al puerto y del muelle a la calle Larios.  Centrados con nuestro centro, estamos ensimismados y no vemos más allá de nuestras narices.  Más allá de la cosmopolita Larios, más allá de la viva Alcazabilla, a un barrio le sigue otro barrio.

Hace una semana, me pareció importante resaltar cómo ciudades cercanas, como Sevilla y Madrid, se arman con ejes peatonales no sólo para atar un barrio con su centro, como la calle Asunción en Sevilla; sino también para saltar de un barrio a otro, como la calle Fuencarral en Madrid. Así, regalan continuidad a sus sufridos conciudadanos.

Lo peatonal no es sólo cuestión del centro. La ciudad se hace del intercambio. Al abrir paso al paso fácil, al unir desde el camino a pie barrio a barrio, se puede construir una red, que hace a todos los barrios equipotenciales, pues les brinda igualdad de posibilidades para mejorar y crecer.

Los que investigan sobre ciudades, dicen que éstas, si crecen bien, dejan de ser centrales para ser polinucleares, es decir se reorganizan a partir de varios centros. Podemos afirmar que en Málaga existe ya un segundo centro, que entre el Clínico y la Justicia,  entre Hipercor y la Universidad, le hace bascular alrededor de su Campus.

Como argumento para la prolongación del metro al PTA, anotamos que 15.000 personas todas las mañanas corren peligro, entre frenadas inesperadas, para poder salir de la autovía de Cártama, en el mismo sitio y a la misma hora. Ayer la prensa local destacaba que todos los días en el aeropuerto de Málaga entran 6.000 personas, no para volar, sino para trabajar.

Ahí tienen ustedes tres nuevas centralidades: Aeropuerto, PTA, Universidad,… ¡Basta ya de discusiones¡ El transporte hay que llevarlo allí donde viaja el trabajo. Hay que estar ciegos para no ver que el mayor consumidor de transporte público es el trabajador “privado”. Es el primero que “se priva” de su coche si encuentra otro medio de transporte más económico. Encaminemos vías, tranvías o trenes, allá donde surge el trabajo.

Los que administran deben mimar los espacios: PTA, Aeropuerto, Costa,… donde brota “productividad”, el bien más escaso. De no ser así, de cuando en cuando, acudiremos al gran hall aéreo para ver como nuestros mejores profesionales “levantan el vuelo”.  ¡Tanto centro, tanto centro¡ y la ciudad ha elegido ya su futuro… “des-centrado”.

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