El Sindicato Andaluz de Bomberos ha achacado a “deficiencias materiales” del Consorcio Provincial Contra Incendios de Huelva la tardanza en la llegada de sus efectivos al incendio que en la tarde de este lunes obligó a dos vecinos de Cartaya a rescatar a una mujer, y a su hija menor discapacitada, del interior de su vivienda de la avenida de El Almendral, que habían quedado en su interior.
En un comunicado, el Sindicato Andaluz de Bomberos ha explicado que se produjo una “cadena de errores”, lo cual provocó dicha tardanza, los cuales a su juicio “tienen su origen en la mala organización que hace gala la jefatura de este servicio”.
En este sentido añade que Cartaya pertenece a la zona de cobertura del parque de Aljaraque, que es el más cercano, pero que “los compañeros de este parque no pudieron acudir porque estaban en ese momento en Gibraleón, extinguiendo otro incendio. Como los parques del Consorcio no cuentan con una segunda dotación, el Centro de Coordinación tiene que activar al parque de Villablanca”. Ello dio como resultado la “primera demora”.
En segundo lugar argumente que el parque de Villablanca cuenta con un vehículo autoescala, ideal para este tipo de servicio, ya que se trataba de un primer piso, aunque “sin embargo, como viene siendo habitual, estaba dada de baja por avería y no hay ninguna de sustitución” por lo que “los cuatro bomberos que estaban de guardia (Villablanca es el único parque de la provincia con este número de efectivos), tuvieron que ir al incendio con un camión con 3.000 litros de agua y uno pequeño con 1.000, produciéndose así la segunda incidencia”.
En tercer lugar subraya que la “tercera incidencia” vino como consecuencia de que “la jefatura de este Servicio tiene algunos vehículos limitados a 90 kilómetros por hora”, así que “por increíble que parezca, sumamos a la demora acumulada el no poder aligerar en la autopista”.
Finalmente el sindicato afirma que entrando en Cartaya, el vehículo de 3.000 litros de agua “se quedó atrapado en una calle, ya que la jefatura hace unos años decidió comprar unos vehículos con unas dimensiones demasiado grandes para circular por las calles de los pueblos de nuestra provincia”. “Por supuesto -prosigue- esta compra se hizo sin consultar a los trabajadores, y se ha denunciado en muchas ocasiones”. Así, concluye, “se tuvo que quedar un bombero con el vehículo grande, mientras los otros tres acudieron al incendio en el pequeño, con sólo 1.000 litros de agua para extinguir una vivienda que aun ardía por los cuatro costados”.
“Afortunadamente -asegura- dos vecinos tuvieron el valor y el acierto de rescatar a las dos personas atrapadas antes de que llegaran los bomberos. ¿Qué habría pasado si no hubiera sido así? Llevamos alertando de esta situación desde hace mucho tiempo, pero parece que estamos condenados a que esta jefatura mantenga la desastrosa gestión del dinero público, y que la clase política siga mirando a otro lado”.
Por último asegura que los bomberos del Consorcio “sólo pedimos trabajar con garantías para la seguridad del ciudadano y nuestra” y “está claro que esto solo se consigue con un cambio en la gestión y organización del Servicio”.
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