El yacimiento arqueológico del Seminario lleva demasiado tiempo abandonado, pero lo que le ha ocurrido ahora, es para que todos nos llevemos las manos a la cabeza, y desde luego, para exigir las máximas responsabilidades a sus autores. Hablamos de un espacio patrimonial protegido por la Junta de Andalucía, que atestiguaba la posibilidad de que Huelva sea considerada como la ciudad más antigua de Occidente, y que ha sufrido unos inexplicables vaciados de tierras que según la denuncia que ha propiciado la investigación del Seprona, han podido ser trasladadas a las obras de la futura estación del AVE. De confirmarse lo ocurrido, es indignante, porque primero, se trata de un atentado contra unos posibles restos importantísimos, que, teniendo en cuenta que fueron descubiertos hace ya una década, nadie se explica por qué no se habían puesto ya en valor; pero además, deja en evidencia que en Huelva, las cosas importantes, se van dejando morir hasta que ya no tienen remedio; algo que debe cambiar, primero, para que el Ayuntamiento se lance a gestionar el patrimonio de una manera bien distinta a como se ha hecho hasta el momento (algo que esperamos que con el cambio de signo político en el Gobierno municipal cambie también sin duda), y segundo, para que los onubenses salgan de su indolencia y apatía y defiendan lo que son sus raíces, pero también, un reclamo turístico de primer orden que hasta ahora, sigue sin saberse gestionar. Habrá que estar atentos.
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