Y sí valió. Y mucho. El Canijo, más allá de interpretaciones, no defrauda nunca. Un repertorio muy dulce con todo un surtido de caramelos y con un buen puñado de golpes y de doble sentido. Marca de la casa. Muy acaramelado y “sin aditivos”, la música de José Mari Barranco entona un pasodoble que se engancha y acomoda como el guante.
De lujo. Miguel Clares, el Cartero Real, otra vez, vuelve a estar presente, ésta vez con un símil cuanto menos ingenioso con Rajoy.
“¿Te gusta las chuches, pues tengo un paquete pa ti?”. El estribillo hace las delicias. La chirigota se lleva el premio del público. Y sí, se hizo corto.
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