Asqueados de tanta política, llegamos al Gran Teatro Falla dispuestos a dejarnos llevar por el elenco de actores que venían a la capital gaditana a contar la historia de un nuevo político corrupto. Todo ello, mientras a nivel nacional se cerraba la campaña electoral a las autonómicas en Galicia y el País Vasco y mientras en España no se sabe qué va a pasar. Habemus Gobierno?
Cola para entrar al espectáculo, lo cual ya ponía de manifiesto que quien venía a ver la obra tenía muy clara la temática y el objetivo de la misma: un retrato de la sociedad española actual, de cómo funciona la judicatura, de qué está bien y está mal dentro de la administración, de hasta dónde se puede considerar que existe corrupción política, o si prevalece el concepto de ‘inocente, hasta que se demuestre lo contrario’.
Con Avanti Teatro y la dirección de Luis Felipe Blasco Vilches (de origen gaditano), al igual que el actor Víctor Clavijo, que clava el papel, sobre las tablas del Falla se pusieron argumentos que dejaban en entredicho el concepto justicia; la imagen de la política a día de hoy en la imagen de un consejero corrupto que construye un centro hípico donde, al parecer, nunca hubo un caballo; la moralidad del ciudadano; la situación social que se vive en España o la relación que tenemos con los inmigrantes que tienen los mismos derechos y deberes que cualquier otro español.
Con un reparto muy dispar con Josean Bengoetxea, Cuca Escribano, Pepón Nieto, Isabel Ordaz, Canco Rodríguez, Luz Valdenebro, Eduardo Velasco y Usun Yoon, los puntos de debate abrían la mente y el corazón para analizar si uno mismo es lo realmente honesto a la hora de juzgar y prejuzgar a cualquier otra persona. El papel de la prensa también se tocaba en los monólogos, en las réplicas y en las propias conversaciones entre los actores.
También es destacar la música original de Jesús Durán, así como otros aspectos –iluminación, escenografía…- donde el grupo de actores, que permanece durante toda la obra sobre el escenario, se dejaba querer.
Cerca de dos horas de teatro al más puro estilo de los thrillers judiciales de las películas americanas que engarzan sin parones un guión que no deja fleco suelto.
Gran papel el de Pepón Nieto, que abandona su faceta cómica para adentrarse en un mundo cuanto menos espeluznante. Destacan también los golpes humorísticos de algunos de los actores como Canco Rodríguez o la perfección en la que se describen bajo guión los roles que a día de hoy existen en nuestra sociedad.
Triunfo del viernes noche en el Gran Teatro Falla. Como único pero, el mal sabor de boca con el que uno deja su silla en el patio de butacas después de que le remuevan las neuronas e incluso las entrañas.
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