Cuando era un niño me encantaba ir al mercado de abastos que había en la Plaza de España. Siempre recordaré el olor a especias que había al entrar y el encanto de cada uno de sus puestos. Posteriormente también iba con mis padres al nuevo mercado, pero las cosas ya nunca fueron como antes. Tras unos primeros años en lo que la oferta no era mala, poco a poco, el mercado fue cayendo hasta llegar a una situación casi de muerte total. Esta semana se ha reaperturado para intentar reflotar una oferta comercial que es absolutamente necesaria en todas las ciudades. Aunque la inversión no ha sido grande, y parece que no es más que un lavado de cara, de nuevo se han adjudicado los puestos a empresarios locales que darán vida al edificio.
Hay muchas personas que somos aficionados a acudir a los mercados de las ciudades que visitamos. El colorido, la calidad y la frescura de los productos hacen que sea un espectáculo el comprar y el pasear. Los mercados están de moda y son muchos lo lugares en los que la oferta se ha ampliado llegando a ofrecer pequeños bares en lo que se pueden probar productos de la mismo plaza.
Deseo que la nueva reforma del mercado rondeño sea un éxito y podamos contar con un lugar en el que amas de casa, empresarios de hostelería y rondeños en general puedan adquirir productos autóctonos, de calidad y con los mejores precios.
En los tiempos que corren han desaparecido los grandes proyectos, pero no hay duda, que con actuaciones como esta se consigue dinamizar la economía local y completar una oferta comercial que cubra todas las necesidades de la sociedad. Vital será el estar encima de dicho mercado para lograr que se mantenga un edificio digno, con unos buenos servicios para los compradores y para los responsable de los puestos.
Ronda vuelve a tener una Plaza de Abastos.
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