La Policía ha localizado sangre en la bicicleta del hombre acusado de violar y matar a una mujer de 31 años en el parque de María Luisa de Sevilla, según han informado hoy a Efe fuentes judiciales.
Dos testigos han declarado ante el juez que instruye el caso que el acusado, Francisco M.S., preso en Huelva, iba con su bicicleta la noche del 23 de febrero pasado, cuando se produjo el crimen de una mujer que intentó suicidarse ingiriendo pastillas, lo que no habría logrado porque la dosis no era letal.
Uno de los testigos, un indigente que frecuenta el parque, ha declarado hoy ante el juez de instrucción 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas, al que ha dicho que el acusado era un "mirón" habitual del parque, donde espiaba a las parejas que mantenían relaciones sexuales para luego masturbarse.
Tras la declaración de hoy, el juez dará un plazo de tres días a las partes para que propongan nuevas pruebas, entre las que se incluirá el registro de las llamadas telefónicas del acusado, lo que pide la acusación particular personada en la causa a través de la familia de la víctima.
El abogado defensor, Eugenio Guevara, por su parte, ha anunciado que en los próximos días pedirá la libertad de su cliente, mientras que la Fiscalía ha solicitado la declaración de causa de especial complejidad por "prevención" y para evitar que se agote el plazo de instrucción, lo que ocurrirá en agosto próximo.
Las mismas fuentes han señalado que una vez concluida la instrucción del caso, el juicio podría celebrarse después del verano.
Otro testigo que declaró el pasado 29 de abril dijo que el acusado le propuso mantener relaciones sexuales la noche del crimen, a lo que no accedió.
Este mismo testigo dijo que el presunto violador es asiduo del parque de María Luisa y sabe que ha tenido relaciones sexuales con amigos suyos.
El día que lo vio en la zona de los tres puentes, el preso no estaba drogado ni con síntomas de haber consumido alcohol, ha apuntado el testigo tras precisar que lo vio con una bicicleta y sin perro, lo que contradice la versión de la compañera del presunto violador, que dijo que salió de la casa para pasear a su mascota.
También ha dicho que no vio a la víctima por el parque, que fue localizada la mañana del 24 de febrero sentada en un banco de la glorieta Juanita Reina, y a cuyo presunto agresor se pudo detener por la pericia de una limpiadora, que guardó con esmero la única prueba que existe contra él.
Ante el juez ya han declarado dieciséis testigos, entre ellos amigos personales de la víctima, una hermana y los trabajadores del parque.
La Policía pensó en un principio que se trataba de un suicidio porque la víctima tenía una carta de despedida en el bolso, aunque la autopsia posterior determinó que se trató de una brutal violación.
En el entorno del banco había charcos de sangre y varios pañuelos de papel, algunos con restos de sangre, que fueron retirados por una limpiadora, Carmen, guardó ocho en una bolsa aparte del resto de basura "para no contaminar las pruebas".
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