La Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) está a punto de dar carpetazo al periodo más oscuro, e improductivo, de su historia reciente. Bloqueada desde las elecciones municipales de 2011 por la pugna partidista entre PSOE y PP, la institución que debe servir de correa de transmisión entre los entes locales y el resto de administraciones tiene hoy una cita clave en la reunión de su Comisión Ejecutiva. Sobre la mesa estará la convocatoria de su Asamblea, inédita desde hace ya cuatro largos años, para el próximo 21 de noviembre.
Salvo sorpresa de última hora todos los partidos darán su aprobación porque el trabajo acumulado en las últimas semanas ha dado sus frutos y hay consenso total para el deshielo. Lo anunció ayer el secretario de Organización del PSOE, Juan Cornejo, que celebró el entendimiento, por fin, de los grandes partidos para el reparto de cargos. La presidencia será para su partido y, con toda seguridad, para Fernando Rodríguez Villalobos, presidente de la Diputación de Sevilla y quien debía haber sustituido en 2012 al exalcalde Dos Hermanas Francisco Toscano cuando éste presentó su renuncia.
A partir de ahí llegó la batalla total. El PSOE reclamaba la presidencia como opción más votada desde las locales de 2011, pero el PP esgrimió su condición de fuerza hegemónica en todas las capitales de provincia. La popular Ángeles Muñoz, entonces vicepresidenta y alcaldesa de Marbella, se hizo con el sillón de primera autoridad y ya no se bajó de él, pero en la práctica ha dirigido durante cuatro años un organismo fantasma.
La luz la arrojaron los resultados de las locales de mayo, incuestionables ya a favor de un PSOE que superó con creces al PP. El propio Rodríguez Villalobos, candidato a ocupar el cargo ahora, ya vaticinó cuatro días después de aquellas elecciones que la victoria socialista allanaba el fin del conflicto. Así ha sido.
Cornejo celebró ayer “la buena noticia”, fruto de un pacto que cederá vicepresidencias a la oposición. El acuerdo es total con PP, IU, C’s y PA, y se invita a sumarse a las plataformas ciudadanas promovidas por Podemos.
La parálisis de la FAMP arrastra desde la dimisión de Francisco Toscano. Presidente ocho años, renunció en 2012 antes de que el PSOE, sumido en batallas internas, forzase su adiós con un pacto con PA e IU. Cornejo aplaudió el desbloqueo porque cree que servirá para alzar la voz contra la nueva Ley de Régimen Local, que su juicio no concreta quién prestará los servicios a los ciudadanos.
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