Derrota previsible ante el que quizás sea el mejor equipo del panorama baloncestístico español, un Real Madrid que aunque ayer anduvo lejos de su mejor versión le bastó para doblegar al conjunto de San Pablo.
Y comenzó con optismismo el encuentro tras un parcial inicial de 10-4 propiciado por un entonado Hernángomez, el pívot cedido precisamente por el Madrid. Pero los blancos apretaron y remontaron antes de finalizar el primer cuarto (22-24). En los segundos diez minutos un triple de Felipe Reyes abrió la brecha casi definitiva, puesto que los de Pablo Laso no volvieron a estar nunca por detrás en el marcador, a pesar de que los de Scott Roth lo intentaron antes del descanso (42-48).
En la reanudación, Berni Rodríguez tomó el timón para acercar a los suyos en el luminoso (54-56), pero Sergio Rodríguez respondió con dos canastas consecutivas para volver a marcar las diferencias. El Baloncesto Sevilla volvió a acercarse con un 5-0 de salida en el periodo definitivo, pero la cuarta personal del joven pívot letón Kristaps Porzingis dejó a los hispalenses sin argumentos interiores cuando el encuentro se decidió. En la recta final, el Real Madrid, con Reyes y Ayón jugando a placer, no dio opción al conjunto sevillano y obtuvo un nuevo triunfo claro en la liga por nueve puntos de ventaja (72-81). Derrota con aspectos positivos para los sevillanos.
Ficha técnica
Baloncesto Sevilla (22+20+15+15): Radicevic (7), Oriola (7), Hernangómez (8), Berni Rodríguez (2), Álex Urtasun (14) -quinteto titular-, Thames (5), Porzingis (1), Balvin (10) y Byars (18)
Real Madrid (24+24+16+17): Carroll (14), Ayón (15), Rivers (3), Sergio Rodríguez (12), Mejri (8) -quinteto titular-, Felipe Reyes (18), Maciulis (4), Campazzo (1), Llull (3), Bourousis (-) y Nocioni (3).
Árbitros: Perea, Sánchez Montserrat y Cardús. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada de la Liga Endesa celebrado en el palacio municipal de los deportes San Pablo. Alrededor de 5.000 espectadores. El Baloncesto Sevilla homenajeó en los prolegómenos a Emilio, un chico de 13 años con leucemia que calentó junto a los jugadores locales.
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