Unicaja ha conseguido que el Banco de España, el FROB y Bruselas permitan que se haga con el Banco Ceiss, producto de la fusión de Caja Duero-España, sin que tenga que aportar ni un euro, pero la entidad que preside Braulio Medel aprieta aún más a las autoridades bancarias que huyen de la nacionalización de Ceiss: no habrá adquisición si no se cumplen “las condiciones previstas en el proyecto y pactadas en las negociaciones”.
La Comisión Europea confirmó este martes que la adquisición de Banco CEISS por parte de Unicaja es compatible con la normativa comunitaria y consideró que esta operación “garantiza su viabilidad a largo plazo”.
“La oferta vinculante de adquisición de Banco CEISS por parte de Unicaja supone una buena noticia, ya que garantizará la viabilidad a largo plazo de Banco CEISS, lo que constituye un objetivo fundamental de nuestra política de control de las ayudas estatales”, afirmó el vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia. Según la CE, el plan de reestructuración de CEISS, aprobado diciembre por Bruselas, “no sufrirá prácticamente modificaciones” más allá de las necesarias para reflejar la integración de la entidad en Unicaja.
Sin embargo, esas modificaciones permitirán que Unicaja se haga con Ceiss si aportar capital, lo que sí hará el Estado y el FROB. Así, se mantienen los 604 millones de inyección pública para sanear Ceiss pero a través de bonos convertibles (CoCos) y no mediante entrada de capital directo. Además, antes de la adquisición se procederá al saneamiento de Ceiss, asumiendo las pérdidas el FROB (que ya inyectó otros 525 millones en 2010) y las cajas originarias, que perderán su participación.
En el caso de las preferentes y subordinadas, el canje se realizará mediante un reducción de capital y una posterior ampliación, de manera que del valor total, la entidad sólo perderá 200 millones. Tras esta operación, Unicaja entrará en el capital y la quita para canjear las preferentes será del 75% y sólo alcanzarán el 30% del total del accionariado de Unicaja Banco.
Además, el FROB también asume el ERE que afecta a 1.230 trabajadores y 200 millones de garantías por los activos tóxicos y que serán sólo de 40 millones para Unicaja en el caso de existir riesgos.
A pesar de todo, fuentes de Unicaja han indicado a Europa Press que, además del visto bueno de las autoridades, es “requisito para que se formalice la operación de compra de Banco Ceiss, el hecho de que se cumplan las condiciones previstas en el proyecto y pactadas en las negociaciones”. Es decir, si el escenario previsto se desvía y alguno de los pasos antes descritos falla, Unicaja volverá a abandonar a una caja a la suerte de la intervención estatal.
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