Tormenta a la vista

Un jugador que, recordemos, tiene antecedentes en cuanto a actitudes indecorosas y poco profesionales

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Jonathan Valle se está empeñando, sea como sea y al precio que sea, en dejar su huella en el Recreativo de Huelva y en Huelva. Un jugador que pretende dejar su impronta y, de momento, lo está consiguiendo. Un jugador con una enorme calidad que está arruinando su carrera con su actitud díscola y poco profesional. Un jugador que, recordemos, tiene antecedentes en cuanto a actitudes indecorosas y poco profesionales. A su polémica por la que Sergi Barjuan, extécnico albiazul, le apartó en el último partido de liga ante el Sabadell en la que el Recre se jugaba toda la temporada y el entrar o no en play-off, se conocía hace pocos días una filtración de audios muy polémicos. En estos audios, el jugador demostraba sus dotes cómicas con unos amigos en un grupo de whatsapp privado en el que, cual Miliki o Fofó, demostraba lo payaso, en el que, en resumen, mandaba a todos los onubenses a que le comiéramos los “huevillos”, además de llamarnos, muy cariñosamente, “mariconas” y “perros”. El jugador denunciaba días después esta filtración no autorizada y manipulación de los audios anunciando que iría con todo a la Justicia, añadiendo que esos audios no iban para la afición ni para el club, los cuales le han tratado de lujo. Sea verdad o no la versión de Valle, la actitud denota el tipo de persona que es. Una persona frívola la cual no sabe qué tipo de bromas hacer y con qué hacerlas. Sin embargo, la tormenta que se avecina presenta a Jonathan Valle como protagonista pero no como actor único. El Recreativo de Huelva y la AFE y la LFP entran en escena. Según estos organismos, el jugador, además de denunciar ante la Policía Nacional la filtración de esos audios con la que espera, también, la rectificación de Fernando Iturbe por sus palabras hacia él, ha acusado al club por impago, que asciende a 100.000 euros. El jugador parece que va a por todas tras su salida del club y contra este. Ante esta denuncia se abre un escenario, improbable, que tiene a gran parte de la afición y del club en un sin vivir y en un entorno sombrío: Aparece el concepto “descenso administrativo”. Si el club no abona dicha cantidad antes del jueves de la semana que viene, día 31 de julio, el club podría descender a Segunda División B. Se avecina una tormenta desencadenada por la marcha de un jugador, Jonathan Valle, que pretende que no olvidemos su nombre en mucho tiempo. De momento, está cumpliendo su objetivo. ¿La tormenta improbable se convertirá en probable? ¿Mi sugerencia? El club tendría que dar un golpe en la mesa, abonar todas las deudas, empezar de cero y no traer jugadores del corte de Valle, jugadores polémicos, díscolos y que no rinden lo esperado. Jugadores protagonistas más por noticias extradeportivas que deportivas. Jugadores tormentosos. Regeneración y olvidemos pronto su nombre.

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