Sindéresis

Mil tierras soberanas

Por si las cosas se dan mal políticamente hablando, una tierra debe ser capaz de abastecerse de electricidad, de medicinas, de comida y de crédito bancario.

Publicado: 14/09/2020 ·
18:47
· Actualizado: 14/09/2020 · 18:47
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Autor

Juan González Mesa

Juan González Mesa se define como escritor profesional, columnista aficionado, guionista mercenario

Sindéresis

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Tú y yo sabemos que la globalización, tal y como está planteada, es insostenible en el tiempo, que tener que transportar kiwis de Sudamérica, panga de la costa de Canadá, que tener que enviar aceite a Nueva York y naranjas a India no reviste el más mínimo sentido. Que movilizamos enormes cargueros y aviones para darnos pequeños lujos que no son imprescindibles para nuestra alimentación, que gastamos enormes cantidades de energía en congelar alimentos para no limitarnos a los productos de temporada y, pero aún, que son asuntos impuestos desde el plano político, no estrictamente debido a la ley de la oferta y la demanda.

Esto que te comento tiene que ver con la soberanía alimentaria, y se traduce en una idea muy sencilla: por si acaso las cosas se dan mal políticamente hablando, una tierra debe ser capaz de alimentarse a sí misma; de paso, contaminamos mucho menos.

Por si las cosas se dan mal políticamente hablando, una tierra debe ser capaz de abastecerse de electricidad, de medicinas, de comida y de crédito bancario. Sé que a ti te preocupa más que el ejército pueda proteger la tierra de cualquier invasión, pero es que este tipo de invasiones de las multinacionales energéticas, alimenticias, farmacéuticas y bancarias no las detiene un ejército; las detienes tú con tu voto.

Sé que te preocupa mucho que nos invadan doscientos mil millones de africanos huyendo del hambre y que, para revestir tu discurso de una pátina de humanidad, dices que los problemas hay que solucionarlos en el país de origen, pero no te vi en ninguna manifestación reclamando el 0,7%, para condonar las deudas, para detener las invasiones, para detener la especulación de las grandes multinacionales. Sé que para revestir tu discurso de una pátina de humanidad dices que es en esos países donde hay que solucionar los problemas económicos y alimenticios, pero no te vi nunca colaborando con Médicos Sin Fronteras, Aldeas Infantiles, Cruz Roja o Save The Children. De hecho, no creo que en realidad te importe el motivo por el que esa gente deja su tierra, que también debería ser soberana, y se arriesga a morir camino a la nuestra, aunque has apostado el discurso a que están engañados por las mafias y por el efecto llamada de las políticas de los rojos. A mí, verás, me da la impresión de que no tienes mucha idea de cómo funciona el mundo ni de cómo funcionan las fronteras del mundo, pero no conozco ninguna, por dura que sea, por letal que sea, que haya detenido una migración humana movida por la desesperación. Ni Trump, que le está diciendo a los inmigrantes que no vengan (siempre que no sean cubanos o venezolanos), está consiguiendo ni conseguirá que le hagan caso. Ni con nidos de ametralladoras. Ni el muro de Berlín con sus disparos por la espalda lo conseguía, ni los campos de concentración franceses que eran el destino de los españoles que huyeron del genocidio franquista.

Sé que por muy estúpidos que sean tus comentarios en redes sociales, eres plenamente consciente de la existencia de la COVID-19, y de que mata, y mata mucho, y en algún momento, cuando te hayas cansado de intentar derribar al gobierno actual poniendo en peligro la integridad de tus semejantes, te darás cuenta de que esto también tiene que ver con la falta de soberanía de las tierras, porque tiene que ver con el expolio de los entornos naturales; es en esos expolios, en esas invasiones, donde este tipo de virus da saltos entre especies. Esto tiene que ver con la globalización, con los partidos políticos a los que votas y sus verdaderos señores en la sombra. Ya no sé si te lo tengo que decir en chino o en inglés americano, porque lo sabes y no haces nada, pero por eso uso palabras que creo que entiendes, palabras como soberanía; la uso porque te veo siempre con una bandera de tu país.

Tú y yo sabemos de qué va esto, y al final del día solo hay una diferencia sustancial entre nosotros: tú has tirado la toalla hace tiempo y yo estoy aquí, escribiendo una columna, intentando convencerte de que te dejes de mierdas y nos ayudes a salvar el mundo.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

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