Sindéresis

Mujeres

Vosotras, TERF, mirad quién ha quedado de vuestro lado, y avergonzaos.

Publicado: 06/07/2020 ·
01:23
· Actualizado: 06/07/2020 · 01:23
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Autor

Juan González Mesa

Juan González Mesa se define como escritor profesional, columnista aficionado, guionista mercenario

Sindéresis

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Yo creo que todo el que se haya leído cuatro libros y haya escuchado con atención diez historias se puede hacer la idea de que los estamentos del poder han tenido cierto interés por definir quién eres, quién no eres, qué puedes hacer y qué no. Para defender sus teorías de modo que el pueblo más o menos las aceptara, se ha recurrido originariamente a la religión, a la voluntad del príncipe, al espíritu revolucionario, al espíritu del progreso o a la ciencia.

De este modo, las relaciones homosexuales o el sexo fuera del matrimonio eran pecado, como también alteraba el orden divino oponerse a la voluntad divina ya fuese de Cayo Julio César o de Felipe II. O de Franco. Los regímenes totalitarios comunistas se preocupaban de purgar las obras e incluso los pensamientos que fueran en contra de las obligaciones del individuo con el Estado, pero vamos, igual que los nazis, que, además, intentaban demostrar a través de la ciencia qué razas eran inferiores a otras en función a la forma de su cráneo. Y si eso les fallaba, tiraban de misticismo, pero realmente me da igual que usaran un medio u otro; lo que interesa del asunto es que estos estamentos de poder primero establecen un objetivo y luego se intentan cargar de razones para tener al pueblo de su parte. Porque no tienes armas suficientes para mantener ningún tipo de régimen si tienes al pueblo en contra.

Los estamentos de poder no siempre son los que están efectivamente en el poder. Algunos de ellos simplemente pretenden alcanzar una especie de hegemonía de pensamiento que les ayude a alcanzarlo. Todavía no he conocido movimientos que pretenden ese tipo de hegemonía, desde arriba hacia abajo o desde abajo hacia arriba, que no siembren el campo de víctimas. Según mi sensibilidad y conocimiento, es lo que está sucediendo con una parte del movimiento feminista que intenta definir qué es una mujer y qué no lo es, y que intentan dejar fuera de la lucha feminista a las mujeres transexuales, y que intentan que pensemos que las mujeres transexuales son una engañifa masculina y, por tanto, parte del elemento opresor.

Después de décadas de lucha contra la transfobia, hay un grupo que ensucia al movimiento feminista y lo asemeja por proximidad a la intolerancia de la iglesia, de la extrema derecha, del totalitarismo, excluyendo a las mujeres transexuales y transformándolas en víctimas necesarias para su hegemonía, esta vez sí, ideológica. No, no lo vamos a permitir. No vamos a premitir que pongáis el feminismo a los pies de los caballos y no vamos a permitir que las mujeres transexuales sean, otra vez, excluidas de la sociedad. La única persona con capacidad para decidir si una mujer nacida en el cuerpo de un hombre, es o no una mujer, es ella misma, y vamos a defender ese derecho a toda costa. Igual que no vamos a permitir que la Iglesia defina el rol de la mujer en la sociedad ni qué relaciones sexuales son válidas, no vamos a dejar que ningún otro movimiento, se ponga el nombre que se ponga, defina quién puede ser una mujer y quién no. No vais a malear ni a la sociedad ni a la ciencia, ni al feminismo.

Hay veces que para hacer examen de conciencia, uno, una, en vez de mirarse al espejo, debe meditar quién se ha posicionado en su frente. La tolerancia, el progreso humano, el feminismo, la razón y la actual ilustración, las tenéis enfrente, están del lado de las mujeres transexuales.

Vosotras, TERF, mirad quién ha quedado de vuestro lado, y avergonzaos.

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