Si hay una asociación que ha prestado durante más de treinta años especial atención y cuidado por la integración de las personas con discapacidad intelectual en la comarca de la Axarquía, en Vélez-Málaga se nos viene a la mente Asprovélez, por sus trabajos y acciones para mejorar la calidad de vida de sus usarios.
Fue el 22 de octubre de 1976 cuando nacía Asprovélez, gracias a un grupo de padres que arrancaron en un pequeño local ubicado en la calle Pancho López en Vélez-Málaga. Años después ven la necesidad de buscar un espacio mayor para ofrecer muchas más actividades y para dar cabida a un mayor volumen de usuarios, y de ahí pasan a donde actualmente se ubica, en la avenida Camino Viejo de Málaga Una vez en su nuevo emplazamiento, en el año 1985, se crea la residencia, con una capacidad de 40 plazas que permite la pernoctación durante todo el año, así como el centro ocupacional, con una acreditación de 28 plazas.
Disponen de 38 trabajadores, con 8 monitores velando por los talleres ocupacionales, y cada año van creciendo y adecuando las instalaciones a la necesidad de los usuarios. Son sus talleres ocupacionales la seña de identidad de Asprovélez, la clave para la integración y de prestar un servicio y trabajo que dignifique a sus beneficiarios, y que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo “pasando en su momento de hacer cajas de pescado enlos inicios a contar con la amplia oferta que contamos actualmente”, comenta el gerente del centro, Diego Borgel. Y es que pasear por sus instalaciones es ver la actividad que rebosa en su interior, donde se percibe el mimo e ilusión en cada detalle, y así se ve por ejemplo en el taller de carpintería, donde se fabrican espectaculares cajones flamencos personalizados con diferentes imágenes así como diversos elementos de mobiliario urbano, o el taller de costura, que ofrece cojines y almohadas, así como manteles para establecimientos de restauración o incluso trabajos de bordado para personalización de uniformes de trabajo.
Tampoco hay que olvidar uno de los servicios que ofrece y que hace que se impliquen muchos de sus usuarios, como es el lavadero de coches. O uno de los más versátiles es el de personalización de artículos de regalo “que da mucho juego, ya que trabajan con muchos formatos e imágenes”, resalta Borgel, y buena muestro de ello son las tazas, las placas decorativas o las fundas que se contemplan en el espacio de trabajo.
Y ante la llegada de la Semana Santa, que en Vélez-Málaga se vive con intensidad y devoción, no puede faltar el de cerería y que ya es un reclamo para distintas cofradías; ya que nos las presentan con distintas composiciones y colores, así como las velas aromáticas. “La finalidad de todos estos talleres son preparar a una persona con discapacidad para que tenga salida al mercado laboral, mientras que para aquellos que son más limitados, que al menos aquí desempeñen una profesión”, asegura Borgel, “como por ejemplo en jardinería, que se han llegado a ubicar algunos en áreas verdes o a través de becas, como es el caso de carpintería”.
Hay que incidir además que todo lo que se produce en Asprovélez tiene salida al mercado, “lo que es un trabajo muy gratificante para todos ellos, ya que cuando vienen a recoger los pedidos esos comentarios positivos hace que se vean realizados, porque son parte de ese proceso y así lo están sintiendo”.
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