Sobre un fértil valle al Oeste de Bárbate, en las inmediaciones del Parque Natural de la Breña, conocido como “Cortijo del Santo” se levantó allá por el año 644 d. C, auspiciado por el obispo asidonense Pimenio, una ermita en honor a San Ambrosio.
Hoy, siglos después, tras las continuas transformaciones que se llevaron en el periodo visigótico, mudéjar, teniendo mayor repercusión la sufrida en el último tercio del siglo XV (1473-1500) promovida por el obispo de Cádiz, Pedro Fernández de Solís.
Presenciamos como poco a poco, uno de los escasos ejemplos de basílica paleocristiana en el sur peninsular que responde al esquema de nave única y ábside rectangular, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 2004, está a punto de desaparecer.
La ermita de San Ambrosio fue erigida sobre una villa romana en el s. VII como bien reza la lápida fundacional conservada en la actualidad, en las inmediaciones de la ermita de la Virgen de la Oliva, Vejer de la Frontera que forma parte junto a la talla de San Ambrosio de la segunda mitad del siglo XVI, hoy en la Iglesia del Divino Salvador de Vejer de la Frontera, el patrimonio mueble disperso de la ermita.
Las principales actuaciones que se llevaron a cabo sobre la ermita, fueron entre los años 1998-2000 y 2002-2004 dirigidas principalmente por la arqueóloga Paloma Bueno Serrano, centrándose los trabajos arqueológicos en parte de la necrópolis y la villa romana; en otro orden, se llevaron a cabo medidas de adecuación de la zona y apuntalamiento de los arcos del interior de la ermita.
De esta forma, las buenas medidas tomadas de conservación y puesta en valor de la ermita, le valió su protección como BIC en el año 2004.
Años después, en el 2011 desde la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura se realizó un primer requerimiento al Obispado de Cádiz y Ceuta, sobre el estado de abandono de la ermita.
Ya finales del año 2014 principios del 2015 se dieron a conocer los últimos acuerdos entre el Consistorio barbateño y el Obispado de Cádiz y Ceuta, para realizar una “actuación de emergencia” en cuanto a las cancelas, vallas, y estructura metálica que sostiene la ermita. Así como un acuerdo respecto al uso de la misma, “difusión de su valor cultural, etnológico y religioso”.
Solo dos años han pasado, desde aquellas iniciativas, algunas realizadas y otras quedaron en el olvido, para observar el desolador estado en el que se encuentra en la actualidad la ermita de San Ambrosio.
Tanto es así, que la Asociación Hispania Nostra se hacía eco el pasado mes de octubre sobre el estado de la ermita, incluyéndola en la Lista Roja por su precario estado.
La maleza crece rápidamente sobre sus muros, siendo este el menor de los daños, si atendemos a los continuos robos que está sufrimiento el inmueble y su entorno especialmente en las medidas de protección como el robo de las vallas metálicas incluso la sustracción de los tornillos del andamiaje colocado sobre los arcos fajones de su interior que se colocaron dentro del Programa de Protección del Bien para su para su consolidación.
Así mismo, hay que destacar las pintadas sobre las paredes de las dependencias de la ermita, así como la extracción de las rocas de propio bien inmueble. Hace unos días sin ir más lejos, el panel explicativo que se ubicaba en la entrada del acceso a la ermita, fue sustraído de su emplazamiento. Una muestra más, de la situación lamentable que se está viviendo y a los peligros que se expone este bien patrimonial
Hay que destacar el trabajo que desde la plataforma “Salvemos BIC, San Ambrosio” se está realizando respecto al destino final de este Bien Cultural.
En definitiva, asistimos ensimismados a la degradación progresiva de la ermita de San Ambrosio sin que las competencias pertinentes pongan remedio al caso, quedando en tierra de nadie este excepcional ejemplo de los primeros cristianos en el sur peninsular sin olvidar claro está la ermita de los Santos Mártires de Medina Sidonia que se erige como la más antigua de Andalucía con cronología de principios del siglo V.
