Concluye el verano. El nuevo equipo de Gobierno accedió al Ayuntamiento en plena temporada alta y usted asume Turismo… ¿Cómo ha ido?
Que conste que no queremos acabar con la vivienda turística, pero sí encontrar un equilibrio. Es un reto al que se enfrentan todos los municipios turísticos. El equilibrio entre la libertad de la persona para disponer de su propiedad y rentabilizarla, pero también debemos pensar en aquellas personas–Efectivamente, tomamos el relevo con el verano en marcha y planificado. En cuanto a que finaliza el verano, sí es cierto, pero aquí en Vejer todavía estamos prácticamente en temporada alta, un dato muy positivo. En cuanto al verano, la temporada ya estaba en marcha y planificado y eso se lo debemos en gran parte al empresariado local que son magníficos. Gracias a ellos y a sus profesionales, los trabajadores del sector, contamos con una oferta hotelera y de restauración increíble. También la Oficina de Turismo cuenta con un personal que trabaja en la promoción de forma impresionante. Lo que quiero destacar es que la oferta gastronómica y hotelera sigue creciendo con nuevos perfiles como el nuevo hotel cien por cien sostenible. El viajero tiene ante sí una oferta muy variada. Vejer te lo ofrece todo. Igual ocurre con la gastronomía con nuevas aperturas. De hecho para venir a comer ya tienes que realizar una reserva. Eso es debido al éxito que tiene nuestra oferta. A ello le añadimos nuevas ofertas como el Coworking que ha abierto sus puertas para dar servicio a los nómadas digitales o las rutas guiadas que nos muestran senderos, nuestro entorno, nuestro patrimonio, algunas de ellas teatralizadas.
Una enorme oferta para todos los gustos, ¿no?
–Sí. Contamos con ofertas creadas por el tejido asociativo donde destaca Vejer Rural con su red de rutas. También nos ha alegrado que la Peña Flamenca haya retomado su actividad en la antigua Iglesia del Rosario. Así como el Festival Jazz Vejer que ha vuelto a sus orígenes con un evento más intimista. A primeros de agosto también disfrutamos de Vejer Flamenco, un festival que ha tenido una gran acogida de público. Otro evento que me gustaría destacar es el 50 aniversario de la Noche Flamenca porque mantiene la esencia del pueblo. Por otro lado, contamos con el Castillo, reformado gracias a los fondos del Gobierno Central, y que abre sus puertas y se muestra al público gracias a los Scout. Solo en julio y agosto han mostrado el Castillo a veinte mil visitantes.
Ahora en septiembre abre solo los fines de semana…
–Sí, porque ha dado comienzo el curso escolar y los Scout son niños y niñas que han realizado una enorme labor en verano gracias a una fórmula que lleva años funcionando. De hecho le hemos otorgado el primer premio de Turismo en la gala que se celebra a final de mes. De todas formas estamos pensando como abrir las puertas del Castillo durante toda la semana.
La cultura también ha estado presente como atractivo turístico, ¿no?
–Sí, con exposiciones como la de Picasso que ha tenido una acogida enorme. También la de Arqueología Azul o la de los carteles de la Noche Flamenca que siguen expuestos en la Muralla. A ello se le unen iniciativas privadas como La Vera Cruz. Además hemos retomado la colaboración con los Pueblos Más Bonitos de España, aunque durante el verano hemos decidido mantener un perfil bajo debido al gran número de eventos y solo organizamos en agosto el Pueblo de los Deseos. Aún así fuimos portada en un periódico de tirada nacional.
¿Medio Ambiente y Patrimonio Natural?Pero imagino que también habrá surgido algún que otro problema…
–Por supuesto, también han surgido problemas. Tenemos algunas carencias estructurales, la principal es la falta de aparcamientos que intentamos paliar. Intentamos poner en marcha un plan de tráfico con señalizaciones en inglés tanto para aparcamientos como para la zona verde. Lo que sí queremos hacer y es una inversión prioritaria, es terminar la circunvalación que permitirá mejorar la circulación alrededor del casco antiguo y evitar que el visitante tenga que entrar en coche. También mejorará la calidad de vida del vejeriego porque el turismo es fuente ingresos pero también genera tensiones y este gobierno es sensible en este aspecto por lo que trataremos de encontrar un equilibrio. Otro problema ha sido la sequía que nos llevó a eliminar las duchas en El Palmar. Nos han criticado por ello pero al final muchos municipios se sumaron a esta iniciativa y creo que al final ha sido una decisión acertada. También hemos reducido el baldeo de calles por ese motivo porque hay que priorizar.
¿El Palmar?
–Pues hemos tenido que lidiar con circunstancias heredadas que en dos meses no se pueden resolver, aunque sí hemos tratado de paliarlas. Estamos planificando para el largo plazo. Y a corto lo que hemos hecho ha sido actuar en los espacios protegidos como en el cordón dunar y en la Dehesa, que han estado prácticamente abandonados. A largo plazo el objetivo es la ordenación de El Palmar y llevar el agua potable a la zona.
En cuanto al número de visitantes, ¿cómo ha ido el verano?
–Me acaban de pasar los datos y éstos indican que se ha mantenido prácticamente a los mismos niveles de otros años. Lo que sí queremos hacer es trabajar para subir los números relativos al turismo extranjero que después de la pandemia ha decaído un poco.
¿Cuáles sus objetivos de cara a esa lucha contra la estacionalidad turística?
–Vejer realmente, fuera de temporada alta, los fines de semana, tiene una ocupación alta, de ahí que queremos trabajar con el turismo extranjero porque era el que ocupaba ese hueco entre semana. Aquí nos enfrentamos con un fenómeno como es el cambio climático que conlleva que los turistas busquen destinos más al norte. Tenemos que promocionar nuestro clima atlántico. A ello le sumamos actos inmediatos como el del 1 de octubre dentro de los Pueblos Más Bonitos de España con una actividad que aún no quiero desvelar. Luego llega el Día Internacional del Lomo en Manteca. Y luego hay proyectos que no quiero tampoco desvelar pero que seguro que gustarán. En líneas generales queremos promocionar el turismo ligado a la naturaleza, entre ellos fomentar el sector ligado a la ornitología. Otro aspecto es la formación de guías con conocimiento de nuestro entorno natural, de nuestros senderos, nuestras rutas y que hablen inglés. Queremos profundizar en el turismo de naturaleza y experiencias con la colaboración de nuestros agricultores y artesanos que tienen muchísimo que transmitir.
En un pueblo turístico se suele especular mucho con la vivienda y el precio y el acceso a la misma se complica para los vecinos y vecinas…
–Cierto. Nosotros esperamos como agua de mayo el decreto de la Junta para las Viviendas Turísticas que nos permitirá regularizar y limitar ese tipo de viviendas en zonas residenciales. En estos momentos no tenemos ninguna competencia. La idea es establecer algunas zonas libres de ese tipo de viviendas porque nos encontramos con verdaderos dramas, personas que durante el verano no tienen dónde vivir, sin alternativas habitacionales. Eso forma parte de esas tensiones que genera el turismo y hay que ponerlo sobre la mesa con valor. Vivimos del turismo. Como dijo el alcalde, al turismo puente de plata pero que los vejeriegos no tengan que vivir debajo de ese puente. Para ello necesitamos herramientas, entre ellas ese decreto. Hay incluso viviendas de protección oficial que se alquilan en verano.
Pero, en espera de ese decreto, ¿qué puede hacer el Ayuntamiento? ¿Tenéis pensado la construcción de nuevas viviendas de protección?
–Tenemos prevista una reunión con la empresa de Vivienda y Suelo de la Diputación. Hay proyectos y anteproyectos en la Delegación de Urbanismo para promover VPO y esa es la única fórmula. Es decir, en colaboración con la Diputación. No tenemos competencias, ni capacidad para construir viviendas, con lo que dependemos de otras administraciones. Lo que sí intentamos es ver la posibilidad de rehabilitar algún edificio en el casco antiguo, pero es muy complicado. Pero sí, es nuestro objetivo construir VPO porque las últimas se hicieron en la época de Antonio Verdú, hace más de doce años.
¿Y los incentivos para el alquiler?
–Lo hemos estado pensando. Podemos incentivar con la rebaja de las tasas municipales, el IBI, la basura, pero no son importes comparables con lo que se gana alquilándola en verano. Es complicado pero trabajamos en ello. Y de ahí el decreto de la Junta. Que conste que no queremos acabar con la vivienda turística, pero sí encontrar un equilibrio. Es un reto al que se enfrentan todos los municipios turísticos. El equilibrio entre la libertad de la persona para disponer de su propiedad y rentabilizarla, pero también debemos pensar en aquellas personas que requieren una vivienda y no se quieren marchar del pueblo. Además, el turismo ha generado riqueza entre los vecinos y vecinas, y es algo de lo que nos alegramos, pero debemos poner sobre la mesa el concepto del bien común. Es necesario promover la convivencia entre ambos conceptos. Junto a los instrumentos jurídicos, a la construcción de VPO, hay que promover los valores de convivencia.
¿Plazos para las VPO?
–No contamos con plazos porque estamos pendientes de reuniones con otras administraciones, aún así contamos con proyectos. Es decir, no partimos desde cero, hay cosas en marcha que hay que agilizar.
¿Qué abarca la Delegación de Política Verde?
–Es una delegación transversal a la que no se le da la importancia que merece. Realmente toca todos los ámbitos municipales y aquí sí que hay una realidad heredada. La antigua Delegación de Medio Ambiente no ha contado con un solo técnico. Recibo ayuda de otras áreas y del Servicio de Jardinería de la Diputación que es impecable. Para las 22 pedanías de Vejer solo se cuenta con un jardinero. Así que imagínate la situación. En realidad es una Delegación que se está construyendo desde el principio.
¿En qué situación se encuentra el reciclaje?
–En cuanto a vidrio, en manos de Ecovidrio, somos un referente en la provincia. Quiero decir que si está bien organizado, Vejer recicla. Pero en envases ligeros, cartón, como no estaba bien organizado, pues va regular. Queremos implantar licitaciones para ello e implantar el contenedor marrón, el orgánico. Queremos que se haga con el resto igual que con el vidrio. Es algo importante porque no somos conscientes del reto.
¿Habrá campañas de concienciación?
–Sí, pero lo primero es mejorar el servicio que es algo deficiente. No podemos decirle al ciudadano que recicle si nosotros no contamos con una recogida efectiva. Aún así queremos centrarnos en concienciar sobre la importancia de reducir el nivel de contaminación de lo reciclado. Si envases ligeros están muy contaminados con otro tipo de residuos, nos penalizan. Cada botella cuenta. Vale la pena hacerlo bien porque por los residuos nos pagan y si están contaminados nos pagan menos. Y el dinero que recibimos lo queremos destinar a mejorar el sistema para que funcione a coste cero para nosotros. Por ejemplo, últimamente tenemos un problema con los pañales que se están tirando al contenedor amarillo y eso nos penaliza.
¿Le pregunto por la avispa?
–Claro, aunque es algo que compartimos con Salud. Cada vez que recibimos un aviso de los vecinos, nosotros nos ponemos en contacto con los servicios de emergencias pertinentes y con los agentes medioambientales. La buena noticia que aquí no se ha detectado la avispa asiática, que es la peligrosa, está la oriental. Aún así, estas últimas semanas ha habido muchas incidencias y los bomberos han eliminado muchos enjambres. Sobre todo en las pedanías. Para mí es fundamental la colaboración con las asociaciones de vecinos para lo que hemos lanzado un mensaje a sus presidentes con las recomendaciones de la Junta sobre cómo actuar. Así que ante cualquier incidencia hay que avisar al 112, al 085 o llamar al Ayuntamiento y nosotros actuamos.
En cuanto a Bienestar Animal, en breve comienza a aplicarse una nueva ley que traslada a los ayuntamientos muchas responsabilidades…
–Sí, es una ley estatal muy ambiciosa y gran parte de sus obligaciones recaen en los consistorios, pero realmente no contamos con medios para llevarla a cabo y aplicarla. Estoy en contacto con otros delegados de la zona y vemos que no vamos a poder aplicarla en condiciones sin que el Gobierno nos ayude. Son inversiones que no podemos asumir. Esta semana me reúno con las asociaciones locales de ayuda a los animales y vamos a intentar crear una asociación que nos englobe a todos. Entre los temas más acuciantes están las colonias felinas. Si la Delegación de Medio Ambiente hubiese funcionado como es debido ya tendríamos el censo y el mapeo de esas colonias y así optar a una subvención gubernamental para la captura, esterilización y posterior suelta. El problema es que el plazo vencía apenas unos días después de acceder al Gobierno Local. Ahora vamos a intentar hacerlo con los voluntarios. Luego está el tema de la protección animal y todos los refugios están saturados, con lo que no se puede contratar un servicio. Los ayuntamientos estamos amargados porque aunque nos parece justo y necesario lo que se pretende hacer con esa ley, la realidad es que no tenemos medios.
¿Cómo afecta la ley a los dueños de mascotas?
–Pues en muchos aspectos. Deben realizar un cursillo (muy simple). Los gatos no se pueden quedar solos en una vivienda tres días. Los perros más de un día…
Y los ayuntamientos deben encargase de ese control…
–Sí, nosotros tenemos que fiscalizarlo. Aquí no ha habido ningún servicio de protección animal. Ni un refugio, ni una empresa contratada. Por eso quiero dejar patente mi más sincero agradecimiento al Jefe de la Policía Local porque es una persona muy sensible con este tema. Él y su equipo suplen esa necesidad, pero no están para esa tarea.
Para concluir… ya has visto cómo funciona un ayuntamiento. ¿Te lo esperabas así?
–Vengo de una empresa privada. Cuando quería comprar una papelera, la compraba. Ahora los procedimientos al principio me frustraban porque se alargan mucho. Hay que respetar plazos y trámites. Eso sí, he encontrado una gran ayuda por parte de los trabajadores municipales. Y eso quiero agradecerlo.
Pero, ¿estás ilusionada?
–Estoy muy ilusionada. Aquí hay dos cosas, el aspecto económico y de la deuda, y el otro el de los procedimientos. Hay mucho por hacer pero hay voluntad, hay personal, hay un gran equipo dispuesto a mejorar nuestro pueblo. Estamos muy motivados. Es un gran reto.
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