Hijos de Al-Andalus es una muestra itinerante cultural que, del 17 al 26 de marzo, comienza su periplo en la localidad gaditana de Vejer de la Frontera con el objetivo de contar cómo los descendientes de los moriscos expulsados de España en 1612, siglos después, siguen conservando sus raíces y tradiciones.
La iniciativa está organizada por la asociación Diversitas junto al Grupo Califa de Vejer, la asociación Amigos del País y la productora Bridge2Connect y cuenta con la colaboración de la Fundación Provincial de Cultura de la Diputación de Cádiz, la Mancomunidad de La Janda, Tugasa, así como los ayuntamientos de Tarifa, Chaouen y Tetuán.
La muestra contempla un programa de actividades, que se desarrollarán en el Hotel Convento y La Tetería del Califa. Entre otros eventos, se llevará a cabo una exposición de fotografías, donde el visitante podrá contemplar, entre otros objetos singulares, una llave del s.XVII o un Corán único del siglo XIV. Completan la agenda una mesa coloquio y les pase privado del documental Children of Al-Andalus (Hijos de Al-Andalus), que contará con la presencia de sus artífices, Hicham Ghalbane y Rick Leeuwestein, de la productora holandesa Bridge2Connect. La cinta, además, formará parte de la próxima edición del Festival de Cine Africano de Tarifa. Las invitaciones para el pase privado del film se pueden solicitar en el mail hijos@vejer.com.
Una amplia muestra expositiva, audiovisual y cultural, complementada con aportaciones académicas y con la banda sonora de artistas de música andalusí.
“Aunque en el año 1492 cayera el imperio de Al-Andalus en la Península Ibérica no lo hizo su legado, que a día de hoy se mantiene por el mundo. Por ello el objetivo de este es reavivar tan importante pasado, en un recorrido por ciudades que mantienen esa seña de identidad cultural”, afirma Antonio Verdú, presidente de la asociación Diversitas.
Vejer es la primera etapa de este itinerario, un pueblo muy marcado por su pasado árabe. “No podíamos haber elegido mejor ubicación para iniciar este recorrido por el legado de la cultura andalusí. La atmósfera morisca del pueblo permanece viva tanto en su arquitectura popular como en el urbanismo de algunos barrios como la Judería o edificios emblemáticos como el del Hotel La Casa del Califa”, apunta James Stuart, CEO del Grupo Califa de Vejer.
Además de Vejer, la iniciativa recorrerá distintas localidades como Tarifa, Tetuán y Chaouen cuyas fechas verán la luz en breve.
La idea
El proyecto surge del libro Children of Al-Andalus, traducido al español como Hijos de Al- Andalus, de los escritores Hicham Ghalbane y Rick Leeuwestein, que en 2012 vio la luz. Una obra fruto de años de trabajo de estos dos aventureros holandeses, que se desplazaron a Marruecos en busca de descendientes de judíos y musulmanes del reino medieval de Al-Andalus. Fotografiaron, filmaron y entrevistaron a más de cuarenta marroquíes andaluces, que cuentan “el fuerte vínculo que aún sienten con el legendario imperio. Son historias sobre el orgullo y el deseo, sobre la pertenencia y el sentimiento de hogar, y sobre las tradiciones y la convivencia”, apunta Rick Leeuwestein, uno de los autores del libro Children of Al-Andalus y del documental del mismo nombre.
“Nos hace mucha ilusión presentar la película en Vejer por su estrecha vinculación con el proyecto”, añade el coautor del libro y la cinta, Hicham Ghalbane.
De ahí nació el germen de la muestra cultural cuya base es este trabajo de investigación, que contribuye a poner de relieve la dimensión de esta etapa histórica y los fuertes vínculos existentes desde un punto de vista sociológico, antropológico y cultural.
Un legado que sigue vivo
El 2 de enero de 1492, la última ciudad musulmana de Granada se rinde a los Reyes Católicos. Esto marca el fin de Al-Andalus y del reinado islámico en la Península Ibérica. El 31 de marzo, Isabel y Fernando firman el Edicto de Expulsión. Todos los judíos de España son obligados a convertirse al catolicismo o a ser expulsados para siempre. Se les da cuatro meses para abandonar Sefarad, el nombre hebreo que habían dado a su tierra. Finalmente, entre 1609 y 1614, se ordena a los últimos musulmanes, conocidos como moriscos, que abandonen España.
Los musulmanes andaluces y los judíos sefardíes construyen una nueva existencia en el norte de África. Aportan nuevas influencias a Marruecos y enriquecen las tradiciones ya existentes. Los refugiados de la Península Ibérica experimentan sentimientos similares en el exilio y recuerdan su patria, sus antepasados y su pasado de forma común. Poco a poco se van integrando en la sociedad marroquí al tiempo que conservan su cultura, tradiciones e identidad andaluza única. A menudo se casan dentro de sus propias comunidades andaluzas formadas en Marruecos. Su herencia se ha transmitido de generación en generación
En definitiva, la muestra itinerante Hijos de Al-Andalus, rescata las huellas de un legado que continúa vivo, 500 años después.
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