Uno de los grandes asuntos informativos de la semana en la Comunidad Valenciana ha sido la concentración en defensa del trasvase Tajo-Segura, organizada por los regantes de Alicante y Murcia, y secundada por políticos de todos los partidos, unos con mayor crédito en estas defensas que otros. Esa concentración tuvo como reacción en Castilla-La Mancha el ofrecimiento de su presidente a llevar de viaje al nuestro y a los regantes a Israel para que aprendamos a regar sin desperdiciar agua.
La respuesta por parte de las autoridades valencianas, en vez de rebatir a García-Page, se está centrando en Díaz Ayuso. Afirmaba hoy Mireia Mollà, que esta es la primera vez que la Confederación del Tajo da una explicación para incrementar el caudal ecológico, una explicación que, dice la consellera, apunta directamente a la degradación del agua por el agua sucia que viene de Madrid porque por lo visto parte de la culpa del problema del Tajo está en Madrid.
Júcar-Vinalopó
Pero en la Comunidad Valenciana hay más trasvases. Uno de ellos es el Júcar-Vinalopó, que debe trasvasar 18 hectómetros cúbicos hasta final de año tras el acuerdo que fija en 0,29 euros el metro cúbico el pago por parte de los usuarios. Los usuarios del Medio Vinalopó y l'Alacantí esperan que la llegada de agua del Júcar para el riego de 65.000 hectáreas del Vinalopó suponga que en 2027 ya no se extraiga agua de los sobreexplotados acuíferos.
Sin embargo, según publica el diario Información, la Confederación Hidrográfica del Júcar tiene redactado un documento para recortar un 90% la extracción de agua subterránea sin concretar un trasvase de agua, lo que supondría un golpe letal para el campo alicantino.
A todo esto, se une además otra polémica hídrica viva en la Comunidad Valenciana: un posible trasvase de agua del Júcar a Almería. La asociación ecologista Xúquer Viu celebrará mañana un acto de protesta en l’Assut de Antella. Los tres socios del Botànic ya han anunciado que están en contra de la venta de agua del Júcar como respuesta a una solicitud del Ministerio para la Transición Ecológica por la gravísima sequía en la cuenca del Guadalquivir.
Afirmaba hoy Mollà que, de poder prescindir de esa agua los regantes del Júcar, podría aprovecharse para abastecer el Tajo-Segura o para regenerar la Albufera de Valencia.
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