Queridos Magos de Oriente o de donde seáis.
Sé que estáis muy atareados en el inmenso reparto de bienes y servicios que toda la humanidad os pide que realicéis en estas señaladas fechas del solsticio de invierno. Por si se os olvida en el hemisferio norte, concretamente en España el próximo miércoles 21 de diciembre de 2022, y exactamente a las 21:48 horas UTC (22:48 hora peninsular) comenzará el invierno y tendremos la noche más larga del año. En el hemisferio Sur al contrario tendrán la noche más corta y comenzará el verano. Comenzad por favor siempre por el hemisferio norte.
En la Educación de las nuevas generaciones siempre han faltado muchas cosas. Y ya se sabe que se pide de lo que no se tiene. Además de pediros mucha salud para los millones de personas que se educan y que educan, o al menos intentan, necesitamos que os intereséis por traernos para este 2023 que ya está aquí sobre todo un urgente presente. Os contamos: En los centros educativos las personas que asisten están muchas horas de sus vidas encerrados en ellos y padecen temperaturas extremas, por fríos o calores. También les afecta la presencia de amianto. ¡Sí! ¡Aún los políticos no lo han retirado! Además, pierden muchas horas de clases porque no llegan a tiempo docentes sustitutos cuando están enfermas las personas que enseñan, o faltan personas en las secretarias o conserjerías o monitoras o de la limpieza en los centros. Por otro lado, el alumnado tiene que juntarse en número importante en aulas (no jaulas), donde a muchas personas les cuesta aprender a su ritmo. Resumiendo, eso de la “personalización” de la enseñanza sigue siendo una entelequia. Y no basta reunir más de 50 mil firmas para que el Parlamento Andaluz entre en el asunto de la bajada de ratios –“vaya menos alumnado por cada docente”- porque el PP que gobierna ya ha dicho que NO y la mayoría del PP en el Parlamento ha vuelto a decir que nones, a pesar de cerrar centros públicos por doquier. La inestabilidad laboral de decenas de miles de docentes es un cáncer de la Escuela Pública y aunque tarde, incluso detectado hasta en Europa, no se aplica terapia alguna para resolverlo. Esta inestabilidad de tanta persona interina produce hemorragias intensas de conocimiento sobre alumnado y familias que quiebra la salud de esta entrañable Escuela Pública. Además, este año, queridos magos, la interinidad ha recibido noticias de unos regalos envenenados, en forma de Oferta de Empleo Público, o OPE (oferta pública de empleo), siempre incierta, o el no menos problemático proceso de “estabilización”, que parece que se quedan, pero que será lo contrario… Sólo esa mala noticia les crea una angustiosa incertidumbre impropia de estas fechas navideñas. Por otro lado el alumnado y sus familias están hasta la coronilla de tanto examen y examen… Y el profesorado está más aún de tanto papeleo. Amén de otros temas relacionados con deficiencias en los llamados “Servicios Complementarios”: transporte escolar, comedores escolares, talleres y actividades extraescolares…
Sabemos que estas situaciones suelen llamarse problemas y que los políticos podrían resolverlas, ya que desde pequeño en la Escuela enseñaban “que todo problema tiene al menos una solución”, pero como tardan tanto en resolverse, estamos llegando a pensar que no pertenecen a esta categoría y que posiblemente hayan pasado a la de POBLEMA. Y de ser esto así no tendrían solución alguna, salvo que con vuestros mágicos poderes encontréis remedio.
Veréis que nada pedimos para nosotros, ingenuos y soñadores creyentes en vuestra existencia. Si os escribimos es porque estamos convencidos de que una buena Escuela Pública es esencial para garantizar la construcción de una sociedad justa y libre y de esta forma hacer posible un mundo mejor. Sabéis que hay quien nos tacha de románticos y que sustentándose en la avaricia y ambición personal pretende, mediante una mala Escuela Pública, mantener en la ignorancia a muchos, para poder seguirlos explotando. Sólo os pedimos que no tengáis en cuenta sus peticiones y olvidéis sus cartas, aunque posiblemente no hayáis recibido ninguna, ya que en su egoísmo no sean capaces de creer en vuestra mágica existencia. Sabemos que podríais hacer milagros y resolver estas enormes dificultades de esta enferma Escuela Pública, pero pensamos que mejor que metáis en la cabeza y el corazón, de quienes políticamente pueden resolver estas deficiencias, las ganas de dar soluciones de verdad y con urgencia. Confiando, como cada año, en vuestra mágica actuación deseamos que os dé tiempo para atender tantas y tantas peticiones, eso sí no olvidéis esta que os hacemos.
Fdo. Creyentes en los Magos de Oriente y en la Escuela Pública.
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