El 1 de marzo de 1981, diez años después de la gran redada que llenó de negro el Pasaje Begoña de Torremolinos, fue aprobado el cambio de denominación de este vial cercano a la calle Sin Miguel. A partir de ese día comenzó a llamarse Pasaje Gil Vicente, que fue músico, poeta y actor portugués, protegido de la reina María, hija de los Reyes Católicos, y de Juan III de Portugal, y escribió más de 44 obras teatrales.
Sin embargo, 38 años más tarde, el Pasaje Begoña (como siempre se le ha conocido) recuperará su nombre original. Todos los grupos políticos de la localidad y los concejales no adscritos respaldaron la propuesta de la Asociación Pasaje Begoña en la Comisión de Callejero de Callejero del Ayuntamiento. La última palabra la tendrá el pleno municipal, que da el visto bueno definitivo a las propuesta de cambios de denominación de las calles.
En su propuesta, la asociación destaca que “es de justicia recuperar la denominación que tenía el Pasaje Begoña en la década de los 60 y que lo hizo mundialmente famoso, especialmente entre el colectivo LGBTI”. También resaltan su trabajo con las administraciones para “poner en valor la historia reciente del Pasaje Begoña y convertirlo en un importante foco turístico, cultural e histórico de nuestro municipio”.
Proposición No de Ley
Cabe recordar que el alcalde de la localidad, José Ortiz, junto a la Asociación Pasaje Begoña y varios Diputados por Málaga en el Congreso, promovieron la presentación en el registro del Congreso de los Diputados una Proposición No de Ley (PNL) para la recuperación e impulso de este enclave como lugar de memoria histórica y cuna de los derechos de las personas LGTBI.
Ortiz destacó en ese momento que el Pasaje Begoña “es nuestro Stonewall Inn y hay detrás muchos relatos que están en nuestra ciudad y que tenemos que poner en valor. Es una reivindicación de los que fuimos y de los que seguimos siendo”.
Esa PNL instaba al Gobierno a poner en marcha acciones de promoción cultural que contribuyan a recuperar la memoria democrática del Pasaje Begoña y de la redada del 24 de junio de 1971, donde personas de varias nacionalidades sufrieron represión por su orientación sexual. Asimismo, insta a promover una campaña de promoción turística nacional e internacional sobre lo que representó históricamente y a destinar recursos económicos para la creación de un Archivo Histórico.
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