El alcalde de Torremolinos, José Ortiz, charló la noche del jueves en el programa El Mirador de 7 TV junto a Daniel Villalba sobre la ciudad que dirige desde junio de 2015. Ortiz ahondó en los objetivos conseguidos a lo largo de estos cuatro años y de lo que queda por hacer en una localidad que siempre se ha caracterizado por un esplendor pasado que es difícil de recuperar. Turismo, patrimonio histórico, la construcción del centro comercial y, cómo no, la regeneración del centro urbano, centraron esta entrevista.
Llega tras 20 años de legado del PP y una cabeza visible como la de Pedro Fernández Montes. ¿Qué Ayuntamiento se encuentra en 2015 y qué ha cambiado?
–Pensábamos que estaba mal, pero encontramos aún más dificultades. Lo que más nos ha impedido crecer es la enorme deuda, cerca de 200 millones de euros, de los cuales había 87 millones que no estaban consignados en la Contabilidad y que había que pagar, algo que estamos haciendo. Tampoco teníamos habilitados nacionales.
En el equipo de Gobierno no somos profesionales de la política, ya que veníamos de distintos ámbitos, como el empresarial o el educativo. Afortunadamente nos encontramos con una plantilla de profesionales, pero teníamos que regularizar, en muchos casos, sus contratos. Todo esto dificultó nuestro primer año. Ahora ya tenemos habilitados nacionales y nos encontramos con un Ayuntamiento que, en el ejercicio pasado, tuvo un superávit de 14 millones de euros con los que pagaremos la deuda. Ahora hay procedimiento y fiscalización, así como pluralidad en la televisión local.
¿Cree que puede haber una parte de los votantes del Partido Popular en el municipio que se sientan satisfechos con lo que se ha hecho hasta ahora?
–Los cambios en las sociedades son complejos, lo hemos visto con las reticencias iniciales a la peatonalización de la plaza Costa del Sol. Las transformaciones al nivel que estamos haciendo no son fáciles de asimilar. Sin embargo, los datos indican que vamos por el buen camino. Los indicadores económicos marcan el número de licencias de apertura, la creación de empleo en este nuevo centro urbano...Todo esto, al igual que hizo Málaga o Estepona, nos lleva a pensar que no nos equivocamos. C
laro que puede haber ciudadanos que han votado a otras fuerzas políticas que ahora sí nos puedan votar. Sin embargo, es difícil saber cuál va a ser el voto por la influencia de otras administraciones o lo que está ocurriendo en nuestro país. Mi visión de lo que veo por la calle es una impresión muy positiva derivada de esta transformación y, en muchos casos, se pueden entender las dificultades que hemos tenido, sobre todo en los primeros dos años.
Eso sí, puedo resaltar el apoyo que hemos visto en la celebración de plenos: el 70 u 80% de las medidas que hemos planteado, se han aprobado por consenso. Hemos conseguido un Ayuntamiento de progreso.
Estamos empezando a ver la regeneración del centro urbano, la niña bonita, su proyecto estrella. ¿Qué más nos queda por ver?
–No solo era un proyecto de transformación, si no de cambio de modelo de ciudad y de regeneración de algo que se estaba deteriorando, ya que no olvidemos que se fueron grandes marcas y teníamos el 50% de locales cerrados. Hicimos lo que hicieron otras grandes ciudades: plantear espacios para el paseo, una ciudad más tranquila y habitable, lo que lleva a las compras y el consumo. Si hay calidad de vida y un centro activo, vendrán los turistas.
El trabajo con el arquitecto Salvador Moreno Peralta, que conoce la ciudad y sabe lo que necesita, ha hecho que tengamos un espacio que va a marcar una imagen de marca y que tiene una gran capacidad de evolución. Conjugamos el modernismo con el patrimonio, como la singularidad de la Casa de María Barrabino o las esculturas de Elena Laverón. A todo esto hay que sumarle la inauguración del Mercado Gourmet Sabor a Málaga para ofrecer un destino multiexperiencia.
¿Puede aspirar Torremolinos a ser un destino turístico urbano?
–Sí lo puede conseguir por todos los proyectos que vienen, que buscan ofrecer buenas razones para que nos visiten también en invierno: la singularidad, los espacios únicos, la recuperación de patrimonio, una restauración variada, etc. La gran revolución hotelera conseguirá que nos convirtamos en un destino de escapada, como muy bien ha hecho Málaga, y ya tenemos inversores de alguna marca importante que quieren posicionarse en nuestra ciudad. El turista ya no solo va a venir a la playa, también al centro urbano por la dinamización y la actividad comercial. Es agradable dar un paseo por el centro urbano sin coches, con la familia y con el clima que nos acompaña en Torremolinos también en invierno.
¿Qué se quiere para la Casa de María Barrabino?
–El primer objetivo es que no se caiga, ya que estaba en unas condiciones deplorables cuando lo compramos en septiembre de 2017. Primero hemos cerrado el tejado y se está recuperando pieza a pieza varios elementos decorativos que son muy difíciles de conseguir porque pertenecen a la época. Queremos rehabilitarla para que todo aquel que entre se reencuentre con el pasado. Pretendemos que sea el elemento más importante, junto a la gran pérgola de la plaza Costa del Sol, de esa regeneración del centro urbano. Va a ser un largo trabajo, pero va a significar la recuperación de nuestro patrimonio histórico.
¿En qué punto se encuentra la construcción del centro comercial?
–Hemos superado una carrera de obstáculos e informe; el último de ellos era el informe de carreteras. A partir del esfuerzo de todos, de los técnicos del Ayuntamiento hemos podido presentar un informe favorable para justificar la cantidad de tráfico que va a soportar la carretera de la Costa. Habrá siete viales de entrada y cinco de salida, con lo cual está garantizado el flujo de visitantes para el centro comercial.
Ahora está en mano de los técnicos de la Junta para que den el visto bueno en los próximos meses. Esperamos que antes del verano podamos tener la aprobación definitiva. Lo lógico es que las obras empiecen en otoño o invierno.
¿Se ve como alcalde a partir de mayo?
–Es imposible hacer una transformación tan grande en una ciudad en una legislatura. Todavía nos quedan elementos por reforzar como el empleo juvenil para que no tengan que salir de ciudad a la hora de buscar un trabajo decente, o que pueden volver los que sí tuvieron que hacerlo, así como la dinamización de la sierra o la conexión entre barrios. Y todo eso podemos conseguirlo para Torremolinos.
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