La Asociación Síndrome de Turner instalará el próximo lunes 28 de agosto entre las 10,00 y las 14,00 horas una mesa en la Plaza Blas Infante, enfrente del Ayuntamiento de Torremolinos, para informar a la ciudadanía sobre las características de este trastorno genético que afecta a las mujeres, con motivo de la celebración del Día Mundial del Síndrome de Turner. El Equipo de Gobierno respalda esta iniciativa, por lo que el Consistorio iluminará la fuente de la plaza de rosa, como representación de la lucha contra la enfermedad, que es bastante desconocida.
El Síndrome de Turner es una condición genética por la cual una niña nace sin un cromosoma X o con solo una parte del cromosoma, que contienen los genes que determinan las características físicas y de desarrollo. Se presenta en aproximadamente una de cada 2.500 niñas que nacen vivas. Cualquiera puede nacer con este trastorno, puesto que la falta o alteración del cromosoma X ocurre al azar.
La cantidad de cromosomas humanos es de 46 y contienen los genes y el ADN, los pilares fundamentales del cuerpo, según explican desde la Asociación Síndrome de Turner. Dos de estos cromosomas, los sexuales, determinan si se es hombre o mujer. Las mujeres tienen cromosomas XX y los hombres XY. La causa del Síndrome de Turner es un cromosoma X ausente o incompleto. Lo habitual es que una mujer con esta enfermedad tenga solo un cromosoma X, mientras que otras pueden tener dos, pero uno de ellos incompleto.
Estatura baja, ovarios que no producen hormonas e infertilidad
Las características del síndrome pueden variar entre las afectadas. Los aspectos más característicos son la estatura baja de las niñas y que tengan ovarios que no producen hormonas ni los óvulos necesarios para la fertilidad. Las mujeres adultas con Síndrome de Turner no pueden quedarse embarazadas sin ayuda médica. Además, pueden tener los párpados caídos (‘ojo perezoso’), el paladar alto, la mandíbula pequeña, una línea de crecimiento del pelo baja en la parte de atrás, cuello ancho y corto, a veces con un exceso de piel que conecta el cuello con el hombro (llamado repliegue membranoso), tórax ancho, encorvamiento de la columna (escoliosis), brazos en los que el codo se extiende más de lo común, falta de la cuarta o quinta coyuntura de los dedos, manos y pies hinchados, uñas angostas y rodillas juntas.
Las niñas y mujeres que sufren esta enfermedad también tienen riesgo de padecer anormalidades congénitas en el corazón y los riñones, presión sanguínea alta, infecciones crónicas o repetidas del oído medio, sordera y diabetes. Otras posibles consecuencias incluyen la obesidad, cataratas y huesos débiles. Además, corren el riesgo de hipertensión arterial, problemas renales y de tiroides, diabetes, cataratas y osteoporosis.
No se conoce la forma de prevenir el Síndrome de Turner, pero con un control médico las afectadas pueden llevar una vida normal. Aunque la enfermedad no tiene cura, hay tratamientos para los síntomas. El diagnóstico se puede efectuar en cualquier etapa, incluso antes del nacimiento, aunque a veces es tan difícil de detectar que no se realiza hasta la edad adulta.
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