Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CCOO, Ignacio Fernández Toxo, han afirmado hoy que en los próximos meses continuarán las movilizaciones si no pueden avanzar por la vía de la negociación y el Gobierno no cambia de actitud.
Las centrales sindicales adaptarán sus movilizaciones a las medidas que adopte el Ejecutivo y tienen previsto intensificar sus acciones cuando conozcan los Presupuestos Generales del Estado para 2013, según han explicado sus responsables antes de participar en una mesa redonda de un curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA).
Méndez ha emplazado al Gobierno a “corregir el rumbo cuanto antes” y ha advertido de que si los sindicatos no pueden avanzar por la vía de la negociación, deben plantear movilizaciones y defender alternativas.
A su juicio, tras más de dos años de experiencia de las políticas de ajuste, “las cosas van peor prácticamente en todos los ámbitos de la vida”, incluso existe una “degradación” de la política y un “debilitamiento de los fundamentos de la democracia”, ha indicado.
El secretario general de UGT ha dicho que hoy es “un día feliz para el pueblo español” por la victoria de España en la Eurocopa de fútbol, pero ha pedido al Gobierno que “no se confunda” porque “si pretende seguir viviendo en un nube, se está equivocando”.
Su homólogo en CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha explicado a los periodistas que las movilizaciones dependerán “de lo que realice el Gobierno a partir de este momento”, si bien ha adelantado que tienen previsto “reverdecer” en otoño la lucha contra la reforma laboral y la “dinámica de ajustes”.
Fernández Toxo, que mañana participará junto a Méndez en la marcha de los mineros que se dirigen hacia Madrid, ha señalado que desarrollarán un proceso de movilización novedoso respecto a otros anteriores.
Aunque no ha desvelado los detalles, ha dicho que “al sindicato siempre se le espera en la huelga general”, y en esta ocasión probablemente lo encuentren “en otro sitio”.
Ha insistido en que el Gobierno es legítimo, pero “no es legítima la política que está desarrollando por más que venga impuesta en buenas medida por las conclusiones de las sucesivas cumbres europeas o las directrices comunitarias”, dado que gobierna con un programa con el que no concurrió a las elecciones generales.