En toda urbe o pueblo la Navidad se manifiesta popularmente en cinco aspectos principales: el ambiental, el musical, el comercial, el religioso y el social. Las de Navidad se celebran como fiestas de recogimiento familiar, sobre todo entre los mayores, para quienes la de Nochebuena es la "cena de las nostalgias", donde las dulzuras de la mesa conviven con las amarguras del recuerdo. En los jóvenes aún no ha calado la lluvia de la añoranza y vuelcan la fiesta por el balcón: su navidad se torna en un compartir la calle y las discotecas con amigos y compañeros. Mañana, cuando el carro de la vida apure la mitad del camino, comenzará a encenderse la chispa de la remembranza.
Torremolinos, como todo pueblo y como toda ciudad, también protagoniza su Navidad; solo que en el aspecto social lleva la delantera a muchos otros pueblos y ciudades. Destaquemos cómo Torremolinos vive la Navidad en sus cinco aspectos característicos:
En el aspecto ambiental, Torremolinos luce sus galas navideñas en la colosal figura de árbol ricamente iluminado y erigido en la Plaza Costa del Sol, sin olvidar la típica ornamentación de la Plaza de Blas Infante y el sencillo aunque artístico alumbrado de calles y plazas. Pero es el gigantesco Belén municipal, que por obra y gracia de la Asociación de Belenistas de Torremolinos alegra el hall del Ayuntamiento, el que se lleva la palma del mérito navideño. Por centenares se cuentan las visitas diarias. Otros nacimientos le hacen coro: los de las distintas parroquias del municipio, los de las Peñas y Asociaciones, los de los Centros de Convivencia y de reunión de jubilados y los de innumerables comercios y establecimientos públicos que participan con sus atractivos diseños festivos en el pertinente concurso de belenes que convoca el Ayuntamiento. El broche de oro ambiental lo coloca la tradicional Cabalgata de Reyes, que cada año cuenta con más tronos y carrozas participantes y una mayor concentración de público admirador.
Poco ha de comentarse sobre el consabido aspecto comercial de la Navidad. Torremolinos es un bullir de comercios y grandes superficies en estas fechas tan señaladas, en las que el pueblo devoto tampoco olvida sus pías obligaciones. Los servicios religiosos propios de la fecha son excelsas manifestaciones de fervor entre los miembros de las distintas confesiones del cosmopolita municipio.
Aspecto importante a considerar es el musical. El Gran Concierto de Navidad protagonizado por la orquesta sinfónica invitada realza el marco señorial del magno Auditórium de Torremolinos. Pero no menos dignos de consideración son los pequeños conciertos navideños de nuestra Banda Municipal y de la gran Coral de Torremolinos. A nivel popular destacan los clásicos Encuentros de Pastorales, que en su conjunto lo forman especialmente centenares de voces infantiles que sobre el pentagrama del aire van colocando las notas juguetonas de aquellos villancicos de ayer y de hoy.
Y concluímos con el aspecto social de la Navidad en Torremolinos, sin parangón en otros municipios. Loable es el compartir navideño del Consistorio con los mayores y los pobres del municipio. Loables son asimismo las visitas que alcalde y concejales giran a los diferentes centros de convivencia y a los hogares y residencias de ancianos de la localidad. Loable es la institución por parte de la Asociación de Mujeres de Torremolinos del "Día de la Cuchara", que en estos días recauda fondos para Cáritas. Loable es la iniciativa de la "Operación Kilo", del Club de Leones, que anima a compartir parte de la compra de alimentos con los necesitados. Y loable es la originalidad del Ayuntamiento de repartir miles de surtidas cajas de Navidad entre los desempleados y los jubilados del municipio. Sí, Torremolinos se ha situado merecidamente entre los cincuenta lugares más auténticos del mundo. Y es que en Torremolinos todo es auténtico, y aún más la Navidad.
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