Urrutia: "El cha-cha-chá tuvo la culpa de la separación de Gabinete Caligari"

Publicado: 01/07/2023
El final de la banda después de dieciocho años se produjo por un "desgaste" de la relación de sus miembros
"La culpa fue del cha-cha-chá" fue uno de los grandes éxitos de Gabinete Caligari, pero, paradójicamente, también el culpable de la separación de la banda, admite su cantante, Jaime Urrutia. "Mis compañeros Edi y Ferni querían volver a nuestros orígenes, más siniestros, y hacer rock", desvela.

"Tuvo la culpa de la separación. Aquello fue meterse en lo que ellos llamaban folclorismo, en algo más popular, y ellos querían ser un grupo de rock. Es lo que me dijeron cuando nos separamos. Pensé que había llegado el momento de que cada uno siguiera su camino y es lo que hicimos", explica Urrutia en una entrevista con EFE.

El final de la banda después de dieciocho años se produjo por un "desgaste" de la relación de sus miembros y también porque llegó otra generación de músicos que "empezó a empujar". "Estaba claro que tampoco pretendíamos ser número uno todos los veranos", asegura el cantante, que este domingo ofrecerá un concierto en Málaga dentro del ciclo Atardeceres Larios.

Al preguntársele si sería factible un regreso de la banda, asegura que lo ve "imposible". "Cada uno siguió su historia, y de hecho leí unas declaraciones de Edi (Clavo) en las que dijo que no volvería. Yo nunca digo 'de este agua no beberé', pero en principio no estamos interesados en volver".

"Pasamos una de las épocas más bonitas de nuestra juventud, nos fue muy bien y no creo que haya mucho resquemor. En el fondo, yo les quiero, y creo que ellos me quieren".

La banda nació a principios de los 80, "en un momento en el que estaba empezando el rock en España y hubo una explosión también de la nueva ola en EEUU e Inglaterra. Salían muchos grupos, todo el mundo quería tocar, grabar un disco y ser importante, y lo intentamos. Al principio fue bastante duro, porque apenas sabíamos tocar en el escenario".

Sus primeras letras eran muy oscuras, porque les gustaban "grupos como Joy Division o The Cure, de la onda siniestra, que se llamaba en Inglaterra", mientras que de España les influyó la banda Parálisis Permanente de su amigo Eduardo Benavente.

"Empezamos con canciones muy siniestras, que tenían su público. Después fuimos más al rock torero, y hubo gente que nos criticó que hubiéramos dado ese giro".

Ese vuelco coincidió con la mili que Edi y Jaime hicieron en 1983, cuando descubrieron "la España más popular". "Se oía a Los Chunguitos y mucha rumba, eso te va influenciando, y además me gustaban mucho los toros e hicimos un par de canciones, una dedicada a Juan Belmonte y el disco 'Que Dios reparta suerte'".

"Nos gustaba la estética taurina y decíamos: '¿por qué no hablar de lo que tenemos cerca?' Fue una evolución bastante lógica de nuestra vida".

Admite que algunas de sus letras de entonces no se podrían escribir en los tiempos actuales de corrección política, cuando "todo se ve desde otro punto de vista y se piensa diferente".

"Por ejemplo, hay frases del cha-cha-chá que oyes ahora y las acusarían de machistas, esa de 'palpando tu faja con garbo y valor'. Eran otros tiempos y me parecía divertido hacerlo entonces".

También reconoce que hubo canciones, como el propio cha-cha-chá, que se "hartaron" de tocar, "pero en el fondo, si la gente las pide, hay que dárselas con todo el cariño".

Jaime Urrutia cree, "sin duda", que el mejor álbum de la banda fue "Camino Soria". "Lo he pensado siempre. Fue un disco muy redondo de concepto, de canciones, de estilo y de letras, por supuesto. Cuando lo grabamos, salimos del estudio pensando que teníamos una bomba de relojería entre las manos".

Corría junio de 1987 y coincidió con un cambio de compañía discográfica, desde "DRO, que era más o menos independiente, hacia EMI, que era una multinacional que hizo mucha promoción y la gira más intensa de Gabinete, como 150 días yendo de acá para allá".

En la actualidad "se vive sobre todo de las actuaciones en directo", porque de las plataformas "es muy difícil", mientras que "con los discos y los CD era todo más físico y te dabas cuenta de lo que vendías".

"Cuando apareció Internet, el cambio en la música fue radical, y se echa de menos. Todos tenemos nostalgia de los primeros tiempos, de cómo se hacía en aquel tiempo, pero es lo que hay y hay que conformarse".

Pero considera que "ha perdido toda su gracia". "Con 18 años, buscaba los discos de los Rolling Stones o de Bowie, ahorrabas para comprártelos, llegabas a casa y los oías mil veces. Entonces, yo pensaba que estaría bien darle a un botón y tenerlo todo, y ahora lo tenemos eso, pero ha cambiado el concepto romántico de la afición a la música".

En su concierto de los Atardeceres Larios ofrecerá "un poco de todo", tanto de Gabinete como de su andadura en solitario, en un formato de trío que él llama "al natural", junto a su teclista y su guitarra acústica, "en sitios acogedores" como El Balneario de Málaga.

De cara al futuro, admite que, en dos o tres años, "llegará un día en el que decida dejarlo", porque "para estar en esto hay que tener fuerza y moral". "Quiero sacar un disco más y retirarme dejando algo bonito". 

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