La cumbre con Marruecos de la próxima semana volverá a poner de manifiesto la división en la coalición de Gobierno en temas de política exterior, con la ausencia de todos los ministros de Unidas Podemos de la cita a la que acompañarán a Pedro Sánchez una decena de ministros.
La Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los dos países, la primera desde 2015, viene a sellar la nueva etapa en la relación que se inició después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladara al rey Mohamed VI que España considera el plan de autonomía para el Sáhara como "la base más sólida, creíble y realista" para una solución al conflicto.
Este paso, que permitió recuperar una relación congelada por la acogida en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, y la postura respecto al Sáhara, fue duramente rechazado desde Unidas Podemos, situando al socio minoritario del mismo lado que el PP en el rechazo a lo que se considera un giro en una política histórica.
Esta diferencia de postura respecto a la cuestión de la antigua colonia española se ha mantenido en estos últimos meses y ha vuelto a ponerse de manifiesto tras conocerse que la cumbre tendría lugar el 1 y el 2 de febrero.
Así, la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, y el titular de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón, hicieron saber que ellos no acudirían.
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, restó importancia a estas ausencias, defendiendo que a las cumbres con otros países nunca van todos los ministros sino que depende de la agenda prevista.
A Rabat "irán aquellos ministros que tengan temas que tratar con sus homólogos" marroquíes, recalcó, al tiempo que indicó que la previsión es que a Sánchez le acompañen una decena de ministros.
A esto se suma la presencia de miembros de Podemos y de Izquierda Unida en el reciente congreso del Frente Polisario en los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) en el que Brahim Ghali ha sido reelegido como su secretario general, con la que quisieron dejar claro su respaldo a la causa saharaui frente a Marruecos.
Por otra parte, al desencuentro respecto a la política hacia Marruecos ha provocado otro hecho inesperado: el voto en contra del PSOE a una resolución en la Eurocámara en la que se criticaba a Marruecos y se apuntaba a su posible implicación en soborno a eurodiputados.
Desde el PSOE se esgrimió que el voto en contra fue en "responsabilidad y en pro de unas relaciones bilaterales francas basadas en el diálogo y el entendimiento" con el reino alauí, negando que fuera en detrimento del compromiso del Gobierno con la defensa de los Derechos Humanos.
Por su parte Sánchez solo se limitó a decir que el PSOE no compartía "algunos elementos" de la resolución y cuando esta semana varios portavoces parlamentarios le pidieron explicaciones por el sentido de voto de los eurodiputados socialistas, el presidente del Gobierno se limitó a resaltar las bondades de la nueva etapa en la relación con Marruecos.
"Nos conviene mantener la mejor de las relaciones no solo para España sino para la UE", sostuvo, esgrimiendo en este sentido que el comercio con Marruecos se incrementó en un 33% el año pasado hasta alcanzar casi los 10.000 millones y la reducción en las llegadas de inmigrantes irregulares.
Según los datos del Ministerio del Interior, indicó, la reducción ha sido del 26%, mientras que de acuerdo con Frontex la reducción de las llegadas a Andalucía fue del un 21% y a Canarias de un 31%. "De todas las rutas migratorias hacia Europa la única que ha decrecido es la de Marruecos hacia España", sostuvo.
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