Damián Quintero (Buenos Aires, 1984) es en la actualidad en principal referente del karate español. Superado ya el golpe que ha supuesto que su disciplina no esté en París 2024, afronta el nuevo año con ilusiones renovadas y la misma ambición de siempre.
Pregunta: Arranca una nueva temporada para usted... ¿Cómo la afronta?
Respuesta: Con mucha ilusión, como todas. Tengo ganas de competir, son muchos meses sin hacerlo y se hace larga la espera. Tengo unos objetivos muy claros este 2023 y la semana que viene es el campeonato nacional y quiero ver cómo me encuentro. A final de enero es la primera prueba del Circuito Mundial, a ver si arrancamos bien el 2023.
P: ¿Cuáles son esos objetivos este año?
R: El principal es el Campeonato de Europa de marzo que es en España, en Guadalajara. Es en casa y probablemente pueda ser mi último europeo. Después tenemos los Juegos Europeos, que es lo que nos queda relacionado un poco con el olimpismo ahora que salimos del programa olímpico. Y después queda el Mundial a final de año en Budapest. Sería un buen broche para cerrar el 2023.
P: ¿De dónde saca la ambición cuando ya lleva a sus espaldas una carrera que es sobresaliente?
R: Se trata de poner el contador a cero. El 2022 fue un poco extraño en cuanto a esa pereza que tenía después de ese subidón de los Juegos. Pero yo siempre he hecho lo mismo durante toda mi carrera, he ido poniendo el contador a cero tras cada torneo. No me voy fijando en lo que he conseguido, esas estadísticas las dejo para cuando me retire. La clave es plantearse objetivos cercanos.
P: Tras la retirada de Sandra Sánchez se ha posicionado como el principal referente y embajador de su disciplina en España. ¿Cómo lleva ese 'peso'?
R: Igual que antes. Antes dividíamos la responsabilidad, éramos dos personas que estábamos en el foco de atención de todo el mundo dentro del karate. Tampoco le presto demasiada atención a eso. Yo hago mi trabajo, seguiré mi camino. Cada uno decide el que quiere abordar y yo continúo con grandes expectativas, dando lo máximo para conseguir los mejores resultados.
P: Se queda también como la principal voz crítica con la ausencia del karate en París 2024. ¿Tiene ya asumido que no hay vuelta atrás?
R: Estamos más que fuera, no hay vuelta atrás para nada, no hay nada que hacer. Desde la Federación Internacional se está poniendo ya toda la carne en el asador pensando en los Juegos de Los Ángeles 2028. Esa es nuestra intención, presionar para que el karate vuelva a ser disciplina olímpica. Hace no mucho estuve con altos cargos de la federación mundial hablando de este tema y tienen grandes esperanzas. Yo intentaré ayudar a lo máximo con lo que sea.
P: ¿Hay algo que se pudiera haber hecho y no se haya hecho para que la decisión fuera diferente?
R: Es más una pregunta para la federación internacional, que es la que tiene que luchar por esto. Como deportistas en todo el mundo hemos peleado, luchado y hablado con los dirigentes. Con el presidente del Gobierno lo hemos comentado, Alejandro Blanco siempre está de nuestro lado para lo que sea. Han hecho lo que han podido.
A lo mejor tenemos que hacer autocrítica de nuestro deporte, mi modalidad de kata es un poco difícil de entender por su subjetividad. Hay que intentar actualizarlo y dirigirlo más a lo que pretende el Comité Olímpico Internacional (COI). Para mí el karate está mal sacado de los Juegos porque creo que debe estar y fue un sobresaliente en cuanto a la repercusión en Tokio. Pero hay cosas que a veces se nos escapan y no sabemos de dónde vienen.
P: ¿Qué puede decir de las generaciones que vienen por detrás?. ¿Debe España estar tranquila?
R: Yo creo que sí. En kata hay grandes chicos, Raúl Martín viene pisando fuerte. Tiene veinte o veintiún años y ya está obteniendo medallas internacionales en Serie A, la 'segunda' división de la Premier League. En combate se está haciendo un gran trabajo con Iván Leal.
Lo que hay que intentar es que ellos mantengan esa motivación porque han vivido de cerca el ciclo de Tokio y a veces les escuchamos que al no estar los Juegos no hay tantas ayudas, que no se pueden dedicar profesionalmente a esto. Pueden venir otros Juegos, hay campeonatos del Mundo, hay un circuito Mundial... hay que conseguir que sigan entrenando al cien por cien con ciertas ayudas.
P: Ha comentado que sus intenciones de cara al futuro pasan por la gestión deportiva. ¿Le da vértigo lo que venga cuando abandone el deporte?
R: No. Es esencial cuando estás en activo ir enfocando tu camino. No tengo vértigo, creo que en cuanto a formación lo he hecho bien y me he enfocado para tener una carrera académica para cuando el día de mañana termine tener varias salidas. Quiero focalizarlo todo en la gestión deportiva, si es dentro del mundo del karate bien y sino en el del deporte para mejorar ciertos aspectos que no veo muy correctos desde el punto de vista el deportista.
P: Si el karate español decidiera en algún momento que usted tiene que ser el presidente... ¿Lo asumiría?
R: Lo pensaría muy detenidamente. Ahora mismo no pasa por mi cabeza, tengo otros proyectos más personales de manera privada vinculados al karate como meter el karate en la playa. Es uno de mis grandes objetivos. El año pasado lanzamos entrenamientos en la playa, tuvieron mucha participación. Fue gratificante ver a la gente entrenando en la playa de Torremolinos. Nunca se descarta poder gestionar el día de mañana algo dentro de la federación, pero tendrían que cambiar mucho las cosas.
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