No hay que echar la vista demasiado atrás para dar con una época en la que la práctica totalidad de plataformas streaming eran cien por cien gratuitas. Por aquel entonces, no muchos usuarios consumían contenido por esta vía, ya que ciertas barreras daban pie a que la experiencia dejase que desear. Por ejemplo, la reducida velocidad de Internet derivaba en que los vídeos tardasen demasiado en cargar, por lo que la mayoría de personas prefería recurrir a las descargas.
Conforme evolucionó la tecnología en línea y mejoró drásticamente la carga de los
buffers de este tipo de contenidos multimedia, las plataformas streaming experimentaron un auge sin precedentes. Es por ello que muchas acabaron dando el paso de cobrar a los usuarios a través de un sistema de suscripción.
YouTube es una clara muestra. En 2005, la plataforma no exigía pago de ningún tipo, pero tras ver cómo Netflix se llenaba los bolsillos gracias a los suscriptores de países como España -región ibérica en la que aterrizó en 2015-, decidió dar el paso de ofrecer un servicio sin anuncios y con otras funcionalidades extra de lo más interesantes. Nos referimos a YouTube Premium.
En concreto, fue en el año 2018 cuando dicho nuevo servicio vio la luz, llamando poderosamente la atención de quienes consumían regularmente contenidos de la mencionada plataforma. Y no es para menos, puesto que contratando una suscripción se obtienen multitud de ventajas, siendo la más destacable la de la ausencia de contenidos publicitarios.
Efectivamente, al contratar YouTube Premium los anuncios pasan a ser historia, aunque no es el único beneficio que obtienen los usuarios. Por si fuera poco, sea cual sea el contenido que pretenda ser disfrutado, puede reproducirse en segundo plano. Es decir, aunque se bloquee la pantalla del dispositivo con el principal objetivo de ahorrar batería, la reproducción sigue su curso, lo cual es ideal para consumir música y/o podcasts.
Como es de esperar, la obtención de estas ventajas trae consigo el pago de una cuota mensual. Debido a la actual situación de crisis económica, muchas personas no pueden permitirse el desembolso en cuestión, pero esto no significa que tengan que renunciar a YouTube Premium y al resto de plataformas streaming que son de pago.
Planes familiares: el sistema a través del que se puede ahorrar mucho dinero
Continuando con el ejemplo del servicio que actualmente es propiedad de Google, hay que decir que imita el funcionamiento de otros en el sentido de que permite
compartir cuenta Youtube Premium con varios miembros de tu familia. De esta manera, uno de ellos paga íntegramente la cuota, mientras que los demás le abonan mensualmente la parte proporcional.
Pero, ¿qué pasa si en tu familia no hay nadie que quiera compartir una cuenta de YouTube Premium? Tal vez tampoco conozcas a otras personas, como amigos y compañeros de trabajo. Es entonces cuando Sharingful se convierte en la opción ideal para ahorrar una nada despreciable cantidad de dinero.
Sharingful permite compartir una cuenta de YouTube Premium, Netflix, Disney Plus y muchos servicios más
La situación que acabamos de describir es mucho más habitual de lo que puedes creer. Son numerosos los usuarios que, a pesar de querer compartir cuentas, no tienen con quién hacerlo. Afortunadamente, Sharingful permite encontrar familias virtuales en un abrir y cerrar de ojos.
Este servicio está pensado para todas aquellas personas que desean compartir una o varias cuentas no solo de YouTube Premium, sino también de muchas otras plataformas. En lo que respecta a las series, películas y documentales, la lista es extensa: desde Crunchyroll que tanto gusta a los amantes del anime hasta Netflix, Disney Plus y HBO Max. Pero, ¿y si lo que más te entusiasma es la música? Entonces también tienes la posibilidad de dar con una familia con la que compartir Spotify.
Sea cual sea tu caso, día tras día se forman nuevas familias a las que es posible unirte de manera extremadamente sencilla. Cuando el grupo está lleno, el servicio puede empezar a disfrutarse sin que te veas obligado a pagar íntegramente la cuota mensual.
Dicha cuota, al dividirse entre los diversos miembros que conforman la familia, es mucho más asequible. Así pues, en términos económicos, Sharingful es una alternativa muy a tener en cuenta.
Eso sí, a pesar de ser tan baratas las cuentas compartidas, este sistema no tendría tanto éxito como está cosechando si acarrease problemas de seguridad o algún tipo de contratiempo relacionado con los pagos. No es el caso que nos ocupa.
Quien organiza la familia de YouTube Premium o de otro servicio recibe los importes puntualmente. A su vez, los pagos de los demás miembros son gestionados de forma automática, por lo que nunca se producen los típicos olvidos. Todo ello deriva en que Sharingful haya adquirido una gran popularidad entre los usuarios de este tipo de plataformas.