Cuando se cultivan plantas, bien sea a nivel industrial en fincas o simplemente en los jardines de la casa, se deben cuidar importantes detalles que marcan la diferencia. Todos los pequeños detalles cuentan, pero hay uno que es fundamental: el constante y oportuno abastecimiento de agua en las siembras, lo cual solo puede hacerse con un buen sistema de riego adecuado a las necesidades que se tengan.
Cultivar plantas no es simplemente tirar una semilla a la tierra y dejar que la lluvia y la naturaleza hagan el resto. Se necesita mucho trabajo, dedicación y la ayuda de la tecnología para lograr que una planta nazca sana, crezca y cumpla con la misión para la que se cultivó: alimentar a las personas, en caso de la producción agrícola, y a ambientar los espacios, cuando se trata de jardines.
Sea cual sea el caso, hay que tener en cuenta muchos detalles, entre los que destaca el suministro constante y oportuno de agua a los cultivos y para lo cual se debe
comprar material de riego e instalarlo en un
sistema efectivo que atienda las necesidades y requerimientos que se presenten.
Hay una gran variedad de equipos que son de gran ayuda para tener un buen sistema de riego para la finca, granja o jardín. Solo hay que asesorarse bien con empresas y tiendas especializadas que provean los sistemas adecuados para evaluar qué se necesita exactamente y adquirirlo.
Estas compañías especializadas tienen de todo para atender cualquier tipo de trabajo de riego en la industria o en el hogar. Siempre hay soluciones ajustadas a las necesidades que se tengan.
Los necesarios aspersores
Uno de los equipos más solicitados y utilizados en los sistemas de irrigación de cultivos son los
aspersores de riego, que expulsan el agua de manera giratoria para regar grandes extensiones de tierra en fincas o jardines. Se pueden graduar para controlar el nivel de agua y su caudal y así dosificar las cantidades suministradas dependiendo de la clase de cultivo.
Estos equipos son muy convenientes porque ayudan a cubrir grandes áreas de cultivos de forma homogénea y contribuyen a ahorrar el agua porque se aprovecha al máximo gracias a la distribución y dosificación que se puede hacer de ella.
Para adquirir los aspersores que se necesitan,
se deben considerar diversos aspectos, entre ellos la extensión que se cubrirá, la cantidad de agua que expulsarán en litros por segundo, el ángulo de giro de la boquilla y otros más que se pueden revisar con la empresa proveedora.
Programadores de riego
Para hacer que el agua salga por los aspersores en el momento y cantidades indicadas hay que instalar
programadores de riego. Estos son dispositivos electrónicos que regulan de forma automática los sistemas, a través de válvulas, variadores de velocidad y bombas que se programan de acuerdo a las instrucciones que se les den.
Estos equipos automatizan los procesos de riego y ayudan a distribuir el agua dependiendo de las necesidades y características de los cultivos. Sus alcances y funciones facilitan todo y mejoran la productividad.
Los hay de distintos tipos, desde los básicos analógicos, que funcionan con relojes mecánicos; hasta modernos
equipos digitales con pantallas y conexiones wifi o bluetooth para controlarlos desde el smartphone o tablet.
Electroválvulas de riego
Para controlar el flujo de agua que pasa por las mangueras y aspersores que constituyen los sistemas de irrigación se deben utilizar
electrovalvulas de riego que niegan o dejan pasar el agua por donde se indique, con lo cual se controlan y dosifican las cantidades exactas que se necesiten.
Estos dispositivos son necesarios en los sistemas de riego automatizados y ayudan a lograr un mejor control del agua suministrada en los cultivos o jardines, lo cual se traduce en un ahorro significativo del recurso y de las facturas que por su consumo se tengan que pagar.
Un aspecto importante a considerar es que estos equipos de automatización trabajan con corriente directa de 9, 12 o 24 voltios, por lo que
son muy seguros y nunca generarán electrocución en las personas que hagan cortocircuito con ellos.