Una pregunta que ocupa sitiales de popularidad por temporadas, pero que por la presencia innegable del jamón en las mesas españolas debería hacerse de vez en cuando, sobre todo porque comprar correctamente y comprar cualquier jamón son dos cosas totalmente distintas.
Con el tiempo,
las personas que se han hecho aficionadas al consumo de jamón de calidad han aumentado considerablemente, suponiendo una oportunidad y un factor más de competitividad para las tradicionales empresas del sector, pero llegando a suponer también un riesgo para el consumidor, que ve como muchos productos que se publicitan como jamones ibéricos o que incluso utilizan el “pata negra”, en realidad dejan mucho que desear aunque su precio pareciera justificar fidedignos orígenes de dehesas en épocas de montaneras.
Para no equivocarse hay decenas de consejos y maneras,
pero en la actualidad pareciera ser todo un poco más fácil.
Comprar solo en tiendas especializadas
Hasta hace no muy poco tiempo la única manera de comprar jamones era acudiendo a la tienda más cercana, o incluso haciendo un pequeño viaje si por cuestiones geográficas no se distribuían cerca de su domicilio.
Pero eso ha quedado en el pasado.
En la actualidad es posible comprar jamones de alta calidad, como una
paletilla de pata negra, sin salir de casa y en tiendas online especializadas en jamón ibérico,
siendo una de las recomendaciones más interesantes que se pueden hacer al respecto.
Y es que cuando se cuenta con profesionales del sector, que se encargan de distribuir solo productos de la mayor calidad, con etiquetado, que siguen las normas y que históricamente se han posicionado como empresas reputadas,
las posibilidades de quedar plenamente satisfechos son mucho mayores, al tiempo que se reducen los posibles errores de una elección en alguna tienda física.
De la misma manera, la variedad de productos y de precios puede desencadenar una serie de compras exitosas, porque se encuentran productos de mayor calidad o mejor adaptados al presupuesto,
por precios que serán sensiblemente menores a los que se encontraría en cualquier local físico de cercanía.
Seguir los consejos de expertos en el tema
Pero, como en todo, hay formas de elegir.
Y así como hay quienes preferirán comprar online en tiendas de expertos, para olvidarse de problemas, están los que siguen confiando en su ojo y su experiencia, y prefieren ir a la tienda y escoger, pacientemente, el jamón adecuado para sus necesidades.
Para nadie es un secreto que escoger un buen jamón es una experiencia maravillosa, y que todos deberían hacer al menos una vez en la vida,
sintiendo el peso de una buena elección y la finura y el cuidado por los detalles, que desembocarán en la calidad obtenida.
Los expertos, en resumen, hablan siempre en torno a lo siguiente, más que nada cuando se trata de jamones ibéricos:
- Piezas: piezas completas antes que lonchas envasadas, puesto que el precio puede tranquilamente triplicarse, resultando mucho más costoso a largo plazo.
- Denominación de Origen: siempre que sea posible, como en el caso de la paletilla de pata negra sería la Denominación de Origen Protegida Jabugo, una de las que representa mayor calidad en los productos provenientes de las dehesas de Andalucía y Extremadura.
- Precinto y etiqueta: son un binomio indivisible, y cuyos datos deben ser interpretados como uno solo, no existiendo posibilidad de que diga una cosa en el precinto y una totalmente diferente en la etiqueta. Si es así, es prudente desconfiar de ese producto en particular.
- Precios: si bien es cierto que es posible encontrar de vez en cuando, y casi como un acto de serendipia, jamones de gran calidad a precios muy bajos, son situaciones meramente excepcionales. Los jamones ibéricos, los de denominación de origen, tienen un coste y sobre todo una interpretación sobre su valor desde el que rara vez van a bajar. Si se ha encontrado una oferta que parece muy buena para ser cierto, lo normal es que ni sea buena, ni sea cierto.