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Sociedad

Las señales que indican que has de cambiar tus neumáticos

Hay neumáticos que tienen una vida más larga que la media. Hacer una conducción no agresiva hará que se conserven en mejores condiciones

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  • Un neumático.

Los neumáticos son el único elemento del coche que están en contacto con la carretera. De hace unos años para acá se ha avanzado en el desarrollo de neumáticos más resistentes y que minimizan el riesgo de pinchazo y reventón. Pero no hay que dejarse engañar, las gomas tienen una vida útil que dependerá de diversos factores, y sobrepasarlo supone ponerse en riesgo. Es una auténtica lotería que puede tener consecuencias graves. ¿Cuáles son los signos que te indican que has de buscar unos neumáticos nuevos?

Estas son las señales de alarma en los neumáticos

Hay neumáticos que tienen una vida más larga que la media. Hacer una conducción no agresiva hará que se conserven en mejores condiciones, pero debemos tener en cuenta que un neumático empieza a mostrar signos de envejecimiento alrededor de los 40.000 kilómetros. Se nota además en la conducción, notamos que no hay suficiente agarre, que la distancia de frenada es mucho mayor y que en condiciones de suelo mojado, no son capaces de evacuar toda el agua posible. Son señales que nos deben hacer reflexionar sobre un cambio de cubiertas. Llegados el final de su vida, los neumáticos no admiten más demora en el cambio.

En España, la profundidad mínima de las marcas del neumático han de tener 1,6 milímetros de profundidad. Una vez que se ha llegado a esa cifra, estamos poniéndonos en riesgo, ya que la goma no ofrecerá un agarre suficiente. Puedes hacer la prueba con una moneda para ir comprobando cómo se desgasta la cubierta. A la hora de valorar un cambio de gomas, 1001NEUMATICOS ofrece una buena variedad de modelos y marcas para que puedas comprarlos online y montarlos en alguno de los talleres asociados de los que dispone la marca, disponibles en todo el territorio nacional. Ahorrarás bastante dinero y tiempo con la compra de tus neumáticos.

Aunque nuestra conducción haya sido suave, sin acelerones bruscos ni frenazos, la goma va perdiendo elasticidad con el tiempo y se va endureciendo. A este proceso se le conoce como cristalizado, y las consecuencias son fatales. Se pierde agarre a la carretera, con lo que se aumenta la distancia de frenado y es mucho más fácil perder el control en caso de pavimento deslizante.

Echar un vistazo a los neumáticos es una buena medida para poder vigilar su estado. Comprobaremos que no están agrietados por los flancos, que el desgaste es igual y que no hay nada en las bandas de rodaduras, como piedras. De encontrarnos con algunas, debemos sacarlas con la ayuda de un punzón, obviamente sin hacer presión. Si percibimos que tenemos un clavo, algo muy habitual, acudiremos inmediatamente a nuestro taller para proceder a su extracción y reparación.

Vigilar las presiones como ayuda para evitar el desgaste irregular

La mayor parte de los coches modernos cuentan con sensores de presión en los neumáticos, que indican si el contenido del aire o del nitrógeno del interior de la goma ya no es el suficiente. En este caso, debemos saber cuál es la presión recomendada para el vehículo según las circunstancias de carga. Verás esta información en el manual de usuario, o bien en una pegatina que se coloca en el marco de la puerta del conductor. Bastará con acudir a una gasolinera y comprobar las presiones, inflando los neumáticos con la indicada. Se trata de un proceso sencillo que solamente te llevará unos minutos. Las consecuencias de tener los neumáticos a una presión que no es la correcta tienen mucha incidencia en su desgaste, que será irregular. Si los tenemos sometidos a sobrepresión, aumentamos el riesgo de un reventón altas velocidades, y el desgaste será más rápido por la zona central de la cubierta. Si, por el contrario, la presión es inferior a la recomendada, provocaremos un mayor consumo y se desgastará más la zona exterior del neumático.

Muchos fabricantes recomiendan realizar la rotación de los neumáticos cada 10.000 km. Consiste en cambiar los delanteros por los traseros y los que están a la izquierda con los de la derecha o viceversa. En coches diésel con tracción delantera, los neumáticos de esta zona se desgastan con mayor rapidez que la trasera. En el caso de los vehículos con tracción a las cuatro ruedas, el desgaste será similar, pero también es recomendable cambiarlos de lugar. En tu taller de confianza realizar este cambio, no lo hagas tú mismo, ya que requiere de un nuevo equilibrado y alineado de las cubiertas. Pero estaremos apostando por minimizar el degaste irregular.

Todas estas señales que te indican cuando has de cambiar el neumático. Recuerda que en las gomas va inscrita la fecha de fabricación, por lo que si los tienes en buen estado, pero tienen más de cinco años también tocará pasar por el taller. En carretera, siempre es mejor ir sobre seguros y no jugársela con los neumáticos.

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