Comprar una casa puede ser una de las
decisiones más complejas y también más ilusionantes que puede hacer una persona o una familia. Son muchos años
ahorrando dinero para construir o comprar directamente una vivienda que se convierta en un hogar para toda la vida.
Sin embargo, por desgracia, como consumidores nadie nos suele
alertar de los peligros o de los inconvenientes que pueden surgir a raíz de esta compra y que, sin ninguna duda, nos ocasionarán algún que otro
dolor de cabeza. En el momento de la adquisición todo suele ir de perlas pero,
al poco tiempo de estar instalados en la nueva casa, es posible que comencemos a ver ciertos
desperfectos constructivos o pequeños fallos en las instalaciones que tendremos que solucionar.
No obstante,
¿es posible reclamar como propietarios estos fallos dentro de la vivienda? La respuesta es sí.
Reclamar defectos constructivos o vicios ocultos dentro de una casa recién comprada es totalmente
posible y bastante sencillo.
Además, hoy en día contamos con
arquitectos y abogados especialistas en este tipo de procesos que nos facilitan muchísimo el hecho de
poder reclamar con dpcon y que ponen a nuestra disposición t
odo tipo de herramientas y recursos para garantizar los mejores resultados dentro de esta demanda.
Por todo esto, en el día de hoy hemos querido resumir en este artículo l
os principales aspectos que cualquier propietario debe
tener en cuenta cuando encuentre
desperfectos constructivos o vicios ocultos en su vivienda: plazos de reclamación, tipos de
desperfectos y todos los
procedimientos que debemos llevar a cabo como compradores.
Tipos de desperfectos constructivos
En términos generales, los
desperfectos constructivos son
errores que se han cometido por parte de la
empresa constructora, o de los técnicos intervinientes, en la construcción de una vivienda y que afectan en diferentes aspectos a su
habitabilidad. Pueden ser desde fallos en la pintura exterior, hasta humedades o problemas con la
instalación eléctrica, así como también problemas de mayor gravedad como
fallos estructurales o
grietas.
Dentro de los desperfectos constructivos lo primero que debemos tener claro es que existen
diferentes tipos, para poder determinarlos bien dentro de nuestra vivienda y analizar, claramente,
qué funciona de manera incorrecta en nuestra casa.
Desperfectos constructivos estructurales
Los
desperfectos constructivos estructurales son aquellos que afectan de manera directa a la
seguridad y la propia estructura de la vivienda dentro de las vigas, los cimientos o los muros de carga. Lo más normal es que este tipo de desperfectos se hagan visibles mediante
grietas o fisuras en las paredes externas e internas de la casa.
No obstante, también se pueden producir
asientos diferenciales en los cimientos, problemas con la
estructura base de la casa o un
descenso del terreno. Son, probablemente,
los desperfectos de mayor envergadura, ya que pueden provocar que una casa se vuelva completamente inhabitable.
Desperfectos constructivos de habitabilidad
Los
desperfectos constructivos de habitabilidad están más relacionados con aspectos en las propias instalaciones de la vivienda:
tuberías en mal estado, una
instalación errónea en los circuitos
eléctricos, malos olores, fallos en el aislamiento térmico o acústico o problemas de
humedades. Estos serían los tipos
más comunes que afectan en mayor medida a la funcionalidad de la vivienda y a su uso satisfactorio.
Desperfectos constructivos de acabados
Finalmente, el último tipo de
desperfectos constructivos al que podemos atender son los desperfectos relacionados con
los acabados de la vivienda: malas terminaciones de las
pinturas,
baja calidad de los recursos utilizados,
ventanas o puertas que no funcionan, remates inacabados o
defectos en los complementos como grifos,
embellecedores, interruptores… Se trata de
daños más leves pero igualmente reclamables.
Diferencia entre desperfectos constructivos y vicios ocultos
Pero,
¿qué pasa cuando una vivienda tiene vicios ocultos? Además de los d
esperfectos constructivos, sobre todo en el caso de las
viviendas de segunda mano, estas pueden presentar también
vicios ocultos, es decir, defectos que
no se pueden apreciar cuando se compra el inmueble.
Los vicios ocultos de una casa
también son objeto de reclamación legal, ya que se entiende que,
si el comprador hubiese estado informado acerca de ellos, bien
no habría realizado la compra, o bien el precio de venta debería de haber sido menor. Estos vicios ocultos disminuyen el valor de la vivienda y, en muchos casos, imposibilitan la habitabilidad en ella.
Principales plazos de reclamación
Una vez tengamos claro qué tipo de
desperfectos constructivos tiene nuestra vivienda, lo siguiente es ponernos manos a la obra en la
reclamación. La reclamación de estos defectos se realiza en torno a una serie de
plazos que los propietarios deben conocer.
Dependiendo del tipo de desperfectos y de las obras de mejora que los propietarios deben realizar en la vivienda se estipulan
los siguientes plazos de reclamación:
- Para desperfectos constructivos estructurales: 10 años.
- Para desperfectos constructivos de habitabilidad: 3 años.
- Para desperfectos constructivos de acabados: 1 año.
- Para vicios ocultos (en viviendas de segunda mano): 6 meses.
Además de esto, una vez que
los daños se manifiestan en la vivienda y se acrediten mediante la elaboración de un
informe pericial se activa otro plazo de
2 años para demandar a los responsables de la construcción de la vivienda.
Procedimiento a tener en cuenta una vez determinado el daño
Una vez conocidos los tipos de
desperfectos constructivos y los plazos con los que contamos los propietarios para reclamar a los responsables, debemos conocer también el
procedimiento a seguir desde que identificamos el fallo hasta que lo vemos solventado.
- Identificación del desperfecto: se reconoce el tipo de defecto y se realiza un listado con ellos.
- Informe pericial: Se contacta con una empresa especializada que realiza un dictamen pericial para determinar el grado de los desperfectos y ofrecer una visión técnica sobre ellos mediante un informe. En él se recogen los tipos de daño, la causa, el reporte económico que cada uno de ellos y la responsabilidad técnica de los mismos.
- Estudio de la viabilidad judicial: con los datos recogidos, se elabora un estudio de viabilidad judicial que tiene en cuenta los desperfectos y los plazos de reclamación.
- Demanda judicial: se prepara un requerimiento para reclamar a los responsables de la construcción por sus prácticas deficientes. En el caso de no ser atendido se acude a los tribunales de justicia.
Con todos estos pasos,
cualquier propietario puede reclamar aquellos defectos constructivos que identifique en su hogar y que crea convenientes, de manera que los responsables se tengan que hacer cargo de
solventar el problema.