El proceso de
obtención de la certificación de juego en suelo español es un logro que el
Grupo Sisal celebra. Para ello, el operador de juegos italiano tuvo que pasar varias auditorías establecidas en el protocolo de la
Dirección General de Ordenación del Juego del Ministerio de Consumo. Esta última exige la participación de entes certificadores independientes para la evaluación de
software de juegos y seguridad con el fin de emitir informes de cumplimiento de los requisitos demandados. Los sistemas empleados por los operadores de juego se evalúan en tanto responden a la actividad descrita por estos.
La mira de las auditorías realizadas por estos entes independientes está puesta en la
experiencia y profesionalidad del operador. A partir de la evaluación del
software de juego y de la seguridad de los sistemas de información, se realiza el informe de certificación del
software de juego y de la seguridad.
Sisal en España
Debido a una larga tradición de juegos de ocio, España es uno de los destinos deseados de los operadores como Sisal. Por tal motivo, la compañía italiana se siente feliz de poder desarrollar su experticia más allá de sus fronteras. Luego de mostrar su capacidad como
operador de juegos en España, Sisal trabaja en busca de
mejores ofertas de juegos y recompensas para satisfacer a los nuevos usuarios de su
online casino.
Gracias a la calidad que presenta en sus productos, los usuarios de Sisal asumen casi de inmediato una fidelización. Los productos y equipos de buena calidad garantizan también el cumplimiento de las normas de seguridad y sistemas de software, a la vez que cumplen con
las aristas de juego responsable trazadas a nivel internacional para proteger a los jugadores. Los expertos de la compañía son adiestrados en el conocimiento y la información de lo que significa el juego responsable. Esto les permite servir de soporte a los jugadores que demandan su apoyo ante alguna dificultad. Además, las políticas descritas en el
Programa de Juego Legal Responsable de Sisal vela por la no interferencia del juego en las obligaciones sociales, profesionales o familiares. De manera que el ocio y el entretenimiento se mantengan como únicas opciones para el usuario.