La limpieza por chorreado se basa en expulsar un abrasivo a presión, que suele ser arena, mediante una máquina que genera aire y que a veces también lleva agua, lo que se conoce como chorro de arena húmedo.
Esta arena expulsada a gran velocidad erosiona las superficies, eliminando todo tipo de suciedad como la pintura que hay en las paredes o en los objetos.
¿Qué superficies son aptas para este tipo de limpieza?
Vamos a poder ver
como este tipo de máquinas para el chorreado son eficaces en una gran cantidad de superficies, ya que nos permiten variar tanto el grosor del grano como la presión, evitando dañar los objetos que queremos limpiar.
El chorreado de arena es muy eficaz para quitar la pintura y la suciedad del metal, por lo que es el método preferido cuando hay que limpiar maquinaria o vehículos para volver a pintar. De hecho, en YouTube podemos ver miles de vídeos en los que restauran coches usando estas máquinas para quitar toda la pintura de la chapa.
En las ciudades también es común ver estas máquinas para limpiar paredes, tanto para quitar la suciedad acumulada como para eliminar las pintadas, sobre todo en aquellas áreas que no son lisas y en las que no se pueden aplicar otros métodos.
¿Cómo es una máquina de chorreado?
Hay diferentes tipos de máquinas de chorreado, más o menos complejas dependiendo del uso al que estén destinadas, pero siempre tienen elementos comunes.
Todas constan de un compresor, de un tubo y de una pistola neumática que es la que acciona el trabajador.
A partir de estos elementos tan simples,
en el mercado podemos encontrar arenadoras portátiles, que son las que vemos en las ciudades cuando están eliminando pintadas, arenadoras que recogen el abrasivo que usan para no manchar, máquinas que además de la arena usan agua e incluso arenadoras automáticas que utilizan en los centros de producción y que funcionan sin intervención humana.
¿Qué ventajas tiene la limpieza con chorro de arena?
Una de las principales ventajas de este tipo de limpieza es que no contamina. La arena es inerte y además se puede recoger una vez usada (incluso existen máquinas que lo hacen de forma automática).
A la hora de eliminar pintura evitamos el uso de disolventes o decapantes, que contaminan y son tóxicos, pudiendo provocar problemas de salud a las personas que trabajan con ellos.
La incisión de la arena es otra de sus ventajas, la cual se aprecia cuando las superficies no son lisas. En este caso hacer una limpieza con métodos más tradicionales es casi imposible, mientras que
la arena incide en todas las grietas y recovecos, dejando la superficie como el primer día.
Para finalizar, el objeto o superficie que vamos a limpiar no sufre daños. Los profesionales saben qué presión hay que usar y qué tipo de abrasivo, además de que no tenemos que tocar, raspar o hacer fuerza con ningún tipo de objeto, algo que sí ocurre cuando aplicamos decapantes y debemos quitar los restos de pintura con una espátula que puede provocar desgastes en las superficies, desperfectos que hay que arreglar antes de volver a pintar.