Los dos cabecillas de la trama, tras su puesta disposición judicial han ingresado en prisión
La Guardia Civil ha detenido a diez personas que formaban un grupo criminal dedicado al tráfico de drogas y a elaborar polen de hachís, acusadas además de agresiones y detención ilegal, dentro de una operación en la que se ha intervenido cerca de 100 kilos de sustancia cannábica.
Los 10 detenidos son todos españoles, con edades comprendidas entre los 22 y los 46 años, y vecinos de Cantabria y Bizkaia.
Los dos cabecillas de la trama, tras su puesta disposición judicial han ingresado en prisión.
Según explica el instituto armado en una nota de prensa, la operación, denominada "Lost mounts", ha servido para esclarecer presuntos delitos de tráfico y elaboración de drogas, detención ilegal, lesiones, robo con violencia, amenazas, coacciones, y defraudación de fluido eléctrico.
Por las intervenciones de la Guardia Civil y la Policía de Marruecos, a este grupo se le ha intervenido cerca de 100 kilos de sustancia cannábica (hachís, polen de hachís y marihuana).
La Guardia Civil señala que los dos cabecillas del grupo, para presionar a deudores, los agredían físicamente o los retenían ilegalmente, y llegaron a privar a una persona de su libertad durante varios días, teniéndola secuestrada en una cabaña situada en Liérganes (Cantabria).
Todo se produjo porque esos cabecillas sospecharon que uno de los integrantes del grupo podía haber informado de su actividad a la Guardia Civil.
Además, le responsabilizaban de la pérdida económica por el hachís intervenido.
El uso de estas prácticas "no fue aislado", ya que el instituto armado señala que a otro hombre lo sacaron por la fuerza de una vivienda de Santander para trasladarlo contra su voluntad hasta su asociación cannábica.
Una vez en el interior fue agredido con una barra metálica y coaccionado para ir al domicilio de sus padres a por el dinero que les debía.
