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Lo que debes saber sobre las apuestas deportivas

Las apuestas deportivas son uno de los tipos de apuestas basado en la predicción de los resultados finales de un evento deportivo

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¿En qué consisten las apuestas deportivas?

Las apuestas deportivas son uno de los tipos de apuestas basado en la predicción de los resultados finales de un evento deportivo. Generalmente se puede apostar sobre cualquier deporte, y, aunque los más comunes son el fútbol, el baloncesto o el tenis, también puede accederse a otras competiciones deportivas como las de balonmano, golf, hípica, hockey, fútbol americano o béisbol, entre otros muchos.

  •  ¿Hay algún evento deportivo que no admite apuestas?

La legalidad y regulación de las apuestas deportivas varía de unos países a otros. En el caso de España, los únicos eventos deportivos en los que éstas quedan prohibidas son aquellos en los que el número de participantes menores de edad es totalitario o muy elevado. Esta medida fue tomada por la Dirección General de Ordenación del Juego el pasado año 2019.

¿Cómo surgen las primeras apuestas deportivas?

Las apuestas deportivas se consideran uno de los juegos de azar más antiguos. Algunas investigaciones actuales apuntan a un posible origen en la Antigua Grecia, un periodo del que hace ya más de 2.000 años. Posteriormente, los romanos entraron en contacto con estas prácticas que servían a los griegos de esparcimiento y decidieron adoptarlas, ya no sólo para disfrutar con ellas, sino llevándolas a un plano de negocio. De hecho, un ejemplo del negocio que llegaron a hacer lo constituye los circos romanos. Eran habituales las carreras de cuadrigas, además de las luchas entre gladiadores.

No obstante, el origen de las apuestas deportivas como las entendemos hoy en día no se desarrolló hasta el siglo XVIII, surgidas principalmente de la mano de las carreras de caballos, muy populares en el Reino Unido. Junto con las carreras hípicas nacieron las carreras de galgos, ya completamente popularizadas en Inglaterra en el siglo XIX; siglo en el que empiezan a extenderse por Estados Unidos.

De este modo, las apuestas deportivas continuaron evolucionando e incorporando nuevos deportes con la fundación de las primeras casas de apuestas.

El origen de las primeras casas de apuestas

El término “casa de apuestas” a menudo se utiliza como equivalente a “casinos” y es que el origen del casino está estrechamente vinculado a las apuestas deportivas. Por lo tanto, las casas de apuestas pueden ser definidas como lugares (hoy en día se habla de plataformas digitales) en los que invertir un dinero basado en la predicción de un resultado deportivo determinado por el azar.

El origen de la legalización de estas casas de apuestas tiene lugar en Reino Unido, en el siglo XIX, cuando la práctica de competiciones deportivas en las que apostar dinero empieza a popularizarse en gran medida. Es entonces cuando el gobierno se decide a legalizarlas, regulándolas con la ley de juego de 1845, la cual era bastante restrictiva.

El motivo fundamental por el que se decide regular su práctica reside en que las casas de apuestas suponían una contribución a los impuestos del Estado, configurándose así como parte de la economía inglesa y posteriormente, parte del sustento económico de otros países como EE.UU.

En el caso de Estados Unidos, este ocio se extendió a partir de los colonos ingleses, quienes apostaban especialmente en competiciones de fútbol. Por su parte, en España se popularizó la Quiniela.

¿Cómo funcionan las cuotas en las apuestas deportivas?

Por cuota se entiende la cantidad que la casa de apuestas nos pagará por cada uno de los euros que hayan sido depositados. Esta cantidad únicamente se percibe en caso de que la apuesta se gane, es decir, que la predicción realizada sobre el evento deportivo en cuestión haya sido acertada. Esto significa que cuanto mayor es la cuota, mayor es el pago que se recibirá en caso de acierto.

Por otro lado, las cuotas también funcionan como un índice de pronóstico en cuanto a la complejidad de la apuesta, de modo que las apuestas con cuota más baja son aquellas en las que la predicción del pronóstico final es más sencilla, mientras que aquellas apuestas con cuotas altas suelen ser apuestas en las que predecir el resultado final comporta mayores riesgos.

Una de las principales características de las cuotas deportivas es su continua fluctuación, es decir, variación. Las cantidades que se fijan en un principio como cuota pueden variar (subiendo o bajando) desde el primer momento en que se establecieron hasta el momento en que tiene lugar el evento deportivo por el que se apuesta. No obstante, una vez se ha zanjado la apuesta, las futuras fluctuaciones no afectan a la cuota establecida, es decir, se percibirá la cuota que estaba fijada en el momento en que la apuesta se zanjó.

Tipos de apuestas según el número de apuestas realizadas

Las apuestas pueden ser simples o combinadas (también llamadas “múltiples”).

  • Apuestas simples

Se apuesta a la predicción de un único resultado, teniendo en cuenta una sola variable, es decir, si se ha apostado a que el equipo “x” ganará frente al equipo “y” y se acierta, entonces se obtendrá beneficio de la apuesta porque habrá sido ganada.

  • Apuestas combinadas o múltiples

En este caso se apuesta a varias variables. Para poder ganar la apuesta es necesario que se cumplan todas las variables a las que se ha apostado, ya que en el momento en que falle una sola, se dará la apuesta por perdida y, por tanto, no se obtendrá beneficio alguno.

Aunque presentan un riesgo muy elevado, los beneficios económicos aumentan conforme se encadena la apuesta a que dos o más sucesos ocurran.

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