Las empresas pueden pasar por momentos delicados a nivel financiero que pueden poner en riesgo su viabilidad, especialmente cuando existe una cantidad de deudas a abonar a proveedores muy elevada. Si bien el concurso de acreedores es el instrumento más reconocido para empresas en apuros, lo cierto es que el preconcurso de acreedores ha logrado hacerse aún más popular gracias a que puede evitar el concurso de acreedores y sus consecuencias.
En este tipo de soluciones para empresas para poder ganar tiempo antes de verse abocados a una situación concursal juegan un papel clave empresas especializadas en preconcursos de acreedores, como Dipcom Corporate, empresa que lidera cada año decenas de preconcursos en nuestro país. Pero, ¿qué es el preconcurso de acreedores?
El preconcurso de acreedores: qué es y por qué es tan útil
El preconcurso de acreedores se puede definir como un procedimiento que permite a las empresas ganar tiempo para evitar declararse en concurso de acreedores. En este tiempo la empresa puede negociar sus deudas con los acreedores o refinanciarlas para continuar con su normal actividad empresarial, lo que ayudará a evitar problemas mayores.
Además, el preconcurso de acreedores resulta muy útil porque paraliza las ejecuciones que recaen sobre la empresa. De esta forma la empresa puede esforzarse por conseguir los apoyos necesarios con los que abandonar la situación de insolvencia a la vez que protege al administrador de cualquier responsabilidad legal amparándose en la ley concursal.
Es en el artículo 5 bis de la Ley Concursal donde aparece el preconcurso de acreedores como instrumento del que las empresas en riesgo financiero pueden hacer uso. Para solicitarlo tan solo es necesario realizar una comunicación de carácter judicial en el Juzgado de lo Mercantil, la conocida como "comunicación preconcursal".
Principales ventajas del preconcurso de acreedores
El preconcurso de acreedores permite a las empresas disfrutar de un buen número de ventajas que les puede ayudar a salir adelante. Algunas de las más interesantes son las siguientes:
Mantenimiento de órganos de gobierno
Una empresa puede evitar la irrupción de la figura del administrador concursal gracias a declarar el preconcurso de acreedores. De esta forma la empresa mantiene intactos sus órganos de gobierno de la entidad así como todas las decisiones ejecutivas que estime a bien tomar. Esto evita la intervención del administrador concursal, algo que es inevitable en el caso de afrontar un concurso de acreedores.
Proceso mucho más rápido
A diferencia del concurso de acreedores, que puede demorarse un buen número de años; el preconcurso de acreedores es mucho más rápido. Y es que las compañías en preconcurso disponen de un periodo de 3 meses, al que se le puede añadir un mes adicional, para que llegue a un acuerdo de refinanciación de sus deudas con sus acreedores. En este periodo de tiempo la empresa puede alcanzar un acuerdo que evite el concurso de acreedores y las consecuencias que supone para su supervivencia.
Mayor privacidad del proceso
El concurso de acreedores se trata de un procedimiento que es público, algo que no ocurre con el preconcurso de acreedores. Esto evita un daño en la imagen de la empresa y se dispone de una mayor privacidad para llevar a cabo cualquier actividad de refinanciación de las deudas. Esto es posible si el deudor solicita de forma expresa que no se haga pública su situación en el Registro Público Concursal, aunque puede pedir que este carácter reservado se elimine posteriormente si así lo desea.
Costes más reducidos
El gasto en el procurador o en abogados es más reducido en el preconcurso que en el concurso de acreedores. Esto es de vital importancia para empresas que ya están en una situación comprometida a nivel financiero, así que hay que tenerlo en cuenta. Además en el preconcurso no hay que pagar al administrador concursal, un gasto importante que la empresa ahorra en su totalidad.
Paralización de ejecuciones
El preconcurso de acreedores supone un blindaje de la empresa frente a cualquier ejecución que esté prevista llevar a cabo, ya que las paraliza de manera inmediata. La legislación deja bien claro que no se pueden ejecutar bienes o derechos durante este periodo que sean necesarios para la continuidad de la actividad profesional de la empresa. Esto ayuda a que la empresa continúe con su actividad durante el preconcurso evitando pérdidas mayores.
Como se puede apreciar son muchas las ventajas que la figura del preconcurso de acreedores trae consigo para las empresas en apuros financieros. Ante una situación de insolvencia o falta de liquidez, el preconcurso ha demostrado ser de gran utilidad en todos los sentidos y por ello son cada vez más las empresas que lo declaran.
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