Vecinos, amigos y familiares de Miriam, la joven de 25 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado el pasado miércoles en la localidad madrileña de Meco con heridas de arma blanca, han mostrado su dolor y repulsa por este asesinato en sendas concentraciones celebradas en los municipios de Alovera y Villanueva de la Torre, dos municipios vinculados con la joven.
Dos familiares de la joven asesinada han dado las gracias a los presentes en estas convocatorias y han manifestado estar destrozadas.
“Sus padres están rotos, no han podido venir. Estamos todos destrozados, era una niña muy buena, nos han destrozado la vida”, han señalado entre sollozos a los periodistas, a quienes han pedido que no se difundan "datos erróneos" porque "hacen mucho daño a la familia".
Según han señalado, la joven "se mudó a Villanueva a una casa más grande para sus perros, porque era una amante de los animales" y han aseverado, entre sollozos, que la familia desconoce lo que ha podido suceder y que solo piden "que se haga justicia".
Esa misma emoción no ha permitido hablar a la alcaldesa de Alovera, Purificación Tortuero, quien ha señalado que los vecinos están "con el corazón roto".
Por su parte, la alcaldesa de Villanueva de la Torre, Vanessa Sánchez, ha señalado que ambos ayuntamientos han querido organizaar estas concentraciones de forma conjunta porque ambas regidoras están juntas desde que les comunicaron la noticia y han considerado que, dado que Alovera y Villanueva de la Torres son "pueblos hermanos con un vínculo importante", la mejor forma de mostrar su dolor era compartirlo.
La joven vivía en Villanueva de la Torre (Guadalajara) desde hace unos meses y sus padres residen a unos seis kilómetros de esta localidad, en el pueblo de Alovera.
Todo apunta, según señaló la alcaldesa de Villanueva, a que la joven se encontraba paseando a sus perros cuando fue agredida, ya que estos se encontraban junto a ella cuando una pareja joven que estaba paseando por el lugar encontró el cadáver y dio aviso al servicio de urgencias y emergencias 112 de Castilla-La Mancha.
La joven no había presentado ninguna denuncia de malos tratos ni sus familiares tampoco habían alertado de su desaparición, según las primeras investigaciones que continúan su labor para esclarecer los hechos.
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