El libro “Continue Play?” está dando a la historia del videojuego español una nueva “vida”. El gaditano Jesús Relinque, junto a José Manuel Fernández, ha profundizado entre autores, obras, y diversas fuentes para rescatar, como los héroes de antiguas aventuras pixeladas, los recovecos y secretos de un pasado con mucho que recordar. Y reivindicar. La idea surgió como una continuación de un libro previo de ambos, titulado ‘Genesis’, y publicado por la misma editorial, que, precisamente lleva el nombre d e’Héroes de papel’. En palabras de Relinque, obtuvieron “una acogida bastante buena”, lo que les animó a continuar.
“De la investigación de aquel libro, que trataba de los 8 bits españoles, surgió la oportunidad por mi parte de hablar con el pionero de pioneros de nuestro país, que fue Fernando Yago”, comenta Jesús a este diario.
De Yago cuenta con admiración que “ahora es muy mayor, pero empezó muy joven en el tema de la informática, y se encargó de programar lo que sería el primer videojuego español comercial de la historia”.
Este juego llevó el nombre de ‘Destroyer’, y salió en el año 80. “Es muy poco conocido”, señala. Por eso, tanto su compañero José como él mismo pensaron que sería un buen tema para una nueva aventura, pero esta vez en el ámbito editorial. Así, decidieron expandir la temática a todos los ‘arcades’ españoles que han salido a lo largo de la historia.
En esta publicación, además de la participación de José Manuel Fernández y Jesús Relinque, se da la colaboración de una veintena de personas que han prestado “su opinión, sus testimonios y sus vivencias” para enriquecer el contenido. “Los capítulos van repasando la historia de las compañías de juegos de arcade españoles. Contar con los protagonistas de esta historia es de agradecer, tanto por parte del lector como por parte de la historia, para conocerla y reivindicarla”, estima Jesús.
Entre las curiosidades y sorpresas incluidas en la obra, a este gaditano le llamó la atención en especial la figura de Martí Colls.
Se dedicó a la tecnología informática a partir de los años setenta, “cuando en España era poco conocida”. Colls, que falleció hace unos años, sacó un prototipo de máquina recreativa que finalmente no vio la luz, “que era como el Pong, los dos palitos y la pelota rebotando en la pantalla, pero hecho con proyectores”.
Es decir, “cada elemento en pantalla por así decirlo se había convertido en un proyector que emitía luz sobre una superficie opaca para jugar de esa manera emulando al videojuego de Atari pero de una manera muy innovadora”, explica. No obstante, precisó que quizá por esta visión tan original y adelantada “fue un prototipo que no fue aceptado comercialmente”. “Es una pena, porque pudo haber sido de las primeras máquinas españolas. Lo recogemos en el libro porque creemos que merece la pena recordarlo”, comenta.
Por otro lado, el investigador reseñó que la publicación se complementa con diverso material visual de apoyo, como fotografías, o carteles de recreativas españolas que no se han visto apenas hasta ahora. También destacó la aportación del texto de Javier Valero, “uno de los líderes de la compañía Gaelco, la empresa más destacada a nivel español de recreativas”. “Entre eso y las opiniones creo que es un libro muy completo que reivindica la historia del arcade español”,
Tiempos
Comparar épocas y tecnologías en un ámbito tan cambiante como en el del entretenimiento con consolas es complicado. “Ha cambiado tanto la tecnología de los gráficos prehistóricos iniciales al fotorrealismo de hoy... pero también al nivel de juego: como se juega ahora no tiene nada que ver con la simpleza y lo directo del juego de los ochenta”, valora.
Una evolución que, sin embargo, deja espacio y tiempo también para la nostalgia, gracias a la proliferación de emuladores de antiguas plataformas. “Permiten jugar en unas condiciones muy parecidas a las de antaño sin tener que poseer esas máquinas originales”, afirma Jesús, que reconoce que sigue disfrutando de estos antiguos juegos “sabiendo separar una cosa de otra”, ya que se muestra a favor de que convivan juegos pasados y novedosos “sin ningún tipo de problema”.
Y en cuanto al panorama actual, ¿qué referentes tiene Jesús Relinque a nivel nacional y gaditano?: “Me da pena y me sabe mal no poder decirte ningún referente de la provincia, porque lo más allá que recuerdo, y ya ha llovido, es aquel videojuego que no fue comercializado tan siquiera, llamado ‘Super Tirititran’”.
Bajo este nombre se hallaba un “superhéroe gaditano que cuyo objetivo era salvar a Cádiz de la tiranía del Profesor Bizcote. Sus tres creadores fueron Francisco Javier Pérez Pacheco (programador), Jesús Carrasco Carrasco (grafista) y Shano Lores (música). “Era un juego amateur, tipo marcianitos. Estaba bastante curioso. Por desgracia, no sé decir más ejemplos de Cádiz”, apunta. A nivel andaluz señala Genera Games que, según destacó, “está partiendo la pana en el desarrollo de juegos para móviles”, incluso con “licencias Disney”.
También citó el videojuego 'Blasphemous', de una empresa sevillana que recaudó fondos a través del crowdfunding.
A nivel nacional, para Relinque el más reseñable es ‘Rime’, de Tequila Works, con una estética propia de dibujos animados. “Ha recibido buenas críticas, pero como suele ocurrir en España, las ventas no le han acompañado”, apostilló.
“Parece que en nuestro país lo que se vende es lo mainstream”, analizó. Para el futuro, analizó que se seguirá desarrollando el campo de los videojuegos para plataformas móviles.
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