La confianza en las propias aptitudes y la actitud hacia los estudios son un factor determinantes a la hora de explicar las diferencias entre hombres y mujeres en términos de desigualdad salarial o rendimiento en los estudios, según un informe de la OCDE titulado 'El ABC de la desigualdad de género en educación' publicado este miércoles.
El documento señala que, en los más de 30 países de la OCDE, el porcentaje de chicos de 15 años que no llega a las competencias y conocimientos mínimos que evalúan los informes PISA en Lectura, Matemáticas y Ciencia es mayor que el de chicas (un 14% frente al 9% de estas), aunque en España la diferencia es algo menor que la media de países.
Además, las actitudes de los varones de esta edad hacia las tareas escolares es también más negativa, de acuerdo con el estudio. Por ejemplo: Es un 8% más frecuente que piensen que la escuela es "una pérdida de tiempo" y dedican, de media, una hora menos a realizar los deberes y tareas escolares que les encomiendan en el colegio.
"Fuera del colegio, los chicos emplean más tiempo jugando con videojuegos que las chicas y menos tiempo leyendo por placer, especialmente cuando se trata de textos complejos como novelas --explican los responsables del informe-- La competencia lectora es el fundamento sobre el que se construye el resto del aprendizaje;por lo que, si los chicos no leen bien, su desempeño en otras materias es peor".
INCIDENCIA EN EL ÉXITO PROFESIONAL
Estos datos contrastan con las diferencias que, a nivel global, se producen con el "éxito" profesional que los hombres logran al terminar su etapa formativa en términos como retribución salarial y acceso a los puestos directivos de las empresas.
De hecho, el informe señala que los chicos "parecen estar mejor preparados para para acceder al mercado de trabajo o para trabajar que las chicas" una vez terminan la etapa formativa.
"PISA revela que el porcentaje de chicas que indica que no han aprendido cómo preparar una entrevista de trabajo es un 10% mayor que el de chicos; y la proporción de chicos que han participado en actividades como becas y entrenamiento para la búsqueda de trabajo".
En este sentido, apunta a que, cuando se hacen mayores, los hombres adquieren parte de las competencias que no aprendieron en el colegio " través del trabajo y la experiencia", particularmente la lectura.
De hecho, los resultados de la encuesta de Competencias de la Población Adulta de la OCDE de 2012 muestran como "no hay diferencias de género significativas" en esta habilidad entre la población de 16 a 29 años e incluso la balanza se inclina hacia un mejor desempeño en lectura, escritura y resolución de problemas por parte de los hombres que de las mujeres.
Ante esta perspectiva, el informe señala también una mayor incidencia de problemas asociados a la falta de "confianza en sí mismas" entre las niñas que entre sus compañeros varones.
"En general las chicas tienen menos confianza en sí mismas a la hora de desempeñar habilidades como resolver problemas matemáticos o científicos. Ellas, incluso en los casos que tienen altos niveles de rendimiento académico, tienen mayor tendencia a expresar fuertes sentimientos de ansiedad hacia las matemáticas en la mayoría de países de la OCDE".
Sin embargo, aunque ellos tienen una media de desempeño 19 puntos porcentuales por encima del de ellas en los países que forman parte de la organización, en los casos en que chicos y chicas presentan un nivel de confianza en sí mismos similar, la brecha de género en los resultados de matemáticas "desaparece", según señala el estudio.
Por todo ello, los responsables del informe apuntan a que las desigualdades de rendimiento académico y el desempeño profesional al salir de la etapa formativa no están vinculados tanto a las "cualidades naturales" de chicos y chicas (de hecho el desempeño de la franja de chicos con un alto rendimiento académico, aunque menos frecuente que entre ellas, es mayor que el de las chicas) sino a las perspectivas de ambos.
PADRES Y PROFESORES: MOTIVAR EN IGUALDAD
Como respuesta a esta situación, el informe subraya el papel de padres y educadores a la hora de impulsar el desempeño de sus hijos e hijas a todos los niveles "dándoles igual apoyo y motivación en su trabajo escolar y aspiraciones de cara al futuro".
"En todos los países y economías, el test PISA muestra que los padres tienden a poner más expectativas en sus hijos que en sus hijas para carreras asociadas a las ciencias e ingenierías y la tecnología o las matemáticas, sin tener en cuenta que, a los 15 años, ambos tienen el mismo desempeño en matemáticas" señala el informe.
En el caso de los profesores, recomienda que "tomen conciencia de sus propias desviaciones de género" a la hora de enseñar, debido a que "puede afectar a cómo evalúan a sus alumnos".
"Además, los profesores podrían recibir formación adicional sobre cómo dar un apoyo extra a los alumnos con situaciones de desventaja socioeconómica, dado que PISA muestra que los jóvenes procedentes de esta situación tienden a tener un rendimiento especialmente bajo cuando la mayoría de sus compañeros sufren la misma condición".
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