El papa Francisco criticó "los placeres efímeros" y la fascinación de "querer ser moderno como todo el mundo" durante la homilía de la misa que celebró en el parque Rizal de Manila ante varios millones de personas y bajo una incesante lluvia.
"La gran amenaza del plan de Dios, dice la Biblia (que) es la mentira", aseguró el papa, quien agregó que "el diablo es el padre de la mentira y esconde sus engaños bajo la apariencia de la sofisticación y de la fascinación por ser moderno como todo el mundo", dijo el papa.
Según el pontífice argentino, el diablo "distrae con el señuelo de placeres efímeros, de pasatiempos superficiales".
"Malgastamos los dones que Dios nos ha dado jugando con artilugios triviales, malgastamos nuestro dinero en el juego y la bebida, nos encerramos en nosotros mismos y no nos centramos en las cosas que realmente importan", aseveró.
El papa celebró la misa bajo una lluvia que caía desde hace varias horas y que convirtió el terreno del parque Rizal en una verdadero lodazal.
La misa de hoy coincidió con una de las festividades más importantes para los fieles católicos filipinos, la del Santo Niño, la imagen de la que son muy devotos y que llevó a la isla el navegante y conquistador portugués Fernando de Magallanes.
Y por ello, muchísimos fieles acudieron a la misa con sus imágenes del "Santo Niño".
Durante toda la noche, los filipinos acudieron a este parque situado frente a la costa y aunque no existen números oficiales, algunos medios de comunicación locales informaron de que acudieron a la ceremonia cerca de tres millones de personas.
En su homilía, el papa también destacó como "con el pecado", el hombre "ha desfigurado la belleza natural. Con el pecado, destruyó también la unidad y la belleza de la familia humana, dando lugar a estructuras sociales que perpetúan la pobreza, la falta de educación y la corrupción".
También recordó que Filipinas es el principal país católico de Asia y dijo, "esto es un don especial, una bendición, pero también una vocación".
Ante ello, instó a los filipinos "a ser los grandes misioneros de la fe en Asia".
A los fieles filipinos les exhortó a "proteger las familias" y lamentó: "En nuestros días, con demasiada frecuencia, la familia necesita ser protegida de los ataques y programas insidiosos, contrarios a todo lo que consideramos verdadero y sagrado".
También les exhortó a alentar a los jóvenes para que construyan "una sociedad digna de su gran patrimonio espiritual y cultural" y "querer y proteger a los niños".
Con esta misa, Francisco terminó su visita a Filipinas y anteriormente a Sri Lanka, y mañana regresará a Roma.