Con la llegada del verano aumenta la exposición a agentes externos como el sol o el agua salada del mar, lo que afecta negativamente a la piel y al cabello. Por eso, es necesario prestar especial atención a protegerlos y cuidarlos también en vacaciones.
Una de las opciones para ello son los aceites esenciales naturales que garanticen una buena hidratación y reparación. Los aceites esenciales han sido utilizados durante siglos por sus atributos beneficiosos para la piel y el cabello.
Estos productos naturales extraídos de plantas y hierbas contienen compuestos que pueden mejorar significativamente el bienestar de las personas, además de contener propiedades aromáticas que proporcionan una experiencia relajante y mejoran el estado de ánimo.
Entre ellos se encuentran el aceite de argán, el aceite cítrico o el aceite de lavanda, los cuales retienen la humedad, dando lugar a una piel más suave con una la hidratación adecuada, previniendo la secuela y descamación de la piel, así como la rotura y la falta de brillo en el cabello. Además de hidratar, los aceites esenciales también pueden ayudar a mejorar la apariencia general de la piel gracias a sus propiedades regenerativas, calmantes y antiinflamatorias, aliviando el enrojecimiento y la irritación de la piel después de una larga jornada en la playa.
El cabello suele dañarse más en verano a causa de los minerales del agua del mar, la sobreexposición solar o por los químicos del coro de piscinas. Así, nutrir el cabello dañado con este tipo de productos promueve un crecimiento saludable y ayuda a fortalecer los folículos capilares, lo que permite además llegar al invierno con un cabello fuerte y sano.
Es el caso del aceite capilar Morrocaoil, un tratamiento multitarea orientado a suavizar el encrespamiento, desenredar, acondicionar y potenciar el brillo hasta un 118%. Entre sus principales componentes naturales se encuentra la infusión de aceite de argán y de linaza para mejorar la calidad del cabello. También contiene como aroma una combinación de ámbar picante y notas florales dulces.
Por su parte, la marca de productos de CBD The Beemine Lab posee una línea de cosmética centrada en el cuidado de la piel a base de cannabidiol y miel. Sus soluciones están compuestas de +95% de ingredientes naturales resultantes de sinergias que conectan el potencial del CBD, la apicultura y diferentes principios activos.
Es el caso del Aceite hidratante facial de cáñamo enriquecido con un 3% de CBD, un sérum facial ideal para pieles sensibles gracias a una composición rica en ácidos grasos, aminoácidos esenciales y vitamina E. Toda esta combinación beneficia directamente a la piel, nutriéndola y reparándola haciendo que luzca luminosa, ya que equilibra los procesos naturales de la piel y calma el dolor, picor y el escozor.
El CBD es conocido por su capacidad para reducir la inflamación, haciéndolo potencialmente útil para el tratamiento de afecciones inflamatorias de la piel. Además, tiene propiedades antioxidantes y regenerativas que pueden ayudar a combatir los signos del envejecimiento. Sin duda, es un gran aliado para cuidar la piel durante las vacaciones y mantenerla cuidada después de largas exposiciones al sol.
Por último, Weleda posee un aceite vegetal corporal refrescante perfecto para calmar la piel y combatir la sequedad a base de ingredientes naturales como el aceite de almendra dulce, citronelol o citral, proporcionando un efecto refrescante y energizante gracias al aceite esencial de limón. Este aceite es perfecto para masajear e hidratar el cuerpo después de una larga caminata por la montaña o por la orilla del mar.
El uso de este tipo de aceites esenciales ofrece gran cantidad de beneficios para la piel y el cabello, desde hidratar y mejorar la apariencia de la piel hasta fortalecer el cabello para conseguir un crecimiento saludable.
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