Ni que decir tiene que
la selectividad es uno de los momentos más cruciales para cualquier estudiante que se precie. Si bien las notas obtenidas durante los dos años de bachillerato resultan de gran ayuda a la hora de entrar en una u otra carrera universitaria, la prueba de acceso a esta última supone un gran empujón para comenzar a cursar el grado de tus sueños.
Aunque nuestro mejor consejo pasa por que recurras a ayuda profesional,
como la que proporciona una academia para preparar selectividad, nunca está de más hacer un breve repaso por las principales recomendaciones que los expertos apuntan para que marques la diferencia el día del examen. ¡Aquí las tienes!
1. Conocer la prueba
Pese a que este punto puede parecer bastante obvio, tenemos que
hacer una distinción entre el contenido de la prueba y los factores que influyen en tu situación personal.
El contenido es facilitado por los profesores del mismo centro de estudios y, lo más seguro, es que esté preparado por ellos desde el mes de septiembre de 2º de bachillerato. No obstante, debes saber que, en España, el encargado de publicar anualmente el contenido de la selectividad es el Ministerio de Educación.
Por su parte, conocer los factores que te afectan exige un poco de interés por tu parte:
¿qué asignaturas son obligatorias? ¿Cuáles te pueden ayudar a subir nota? ¿Qué asignaturas te permiten subir la media para la carrera que tienes en mente? Dar respuesta a estas y otras preguntas es fundamental para evitar sorpresas desagradables tras la realización de la prueba de acceso a la universidad.
2. Planificar el tiempo de estudio
El proceso de planificación del tiempo de estudio resultará más o menos fácil en función del tipo de estudiante que seas. Si te caracterizas por ser organizado, y realizar cada curso tu particular horario para las tardes, con total probabilidad no tendrás problema alguno a la hora de hacer lo propio con la mirada puesta en selectividad. Sin embargo,
existe la posibilidad de que no corras la misma suerte en caso de que seas desorganizado. Por eso, a continuación te damos un par de consejos.
Es recomendable que estudies
unas 4 o 5 horas diarias, pero siempre teniendo en cuenta que debes descansar y realizar otras actividades que te ayuden a despejar la mente. Asimismo,
procura planificar el tiempo que destinarás a cada asignatura y
asegúrate de que dedicas suficiente tiempo a las que más te cuestan.
3. Identificar tus fortalezas y debilidades
Saber identificar tus fortalezas y debilidades no solo te será de gran ayuda a la hora de preparar la selectividad, sino que, una vez dominada esta técnica, podrás aplicarla en cualquier momento de tu vida: la universidad, el trabajo, etc. Cuando hablamos de detectar los pros y los contras, nos referimos a que, si eres bueno en Matemáticas, pero sueles patinar en Lengua,
es aconsejable que dediques más tiempo a esta última asignatura. Lógico, ¿verdad?
4. Practicar con exámenes anteriores
Por suerte para ti, internet está lleno de antiguos exámenes de selectividad, por lo que
su búsqueda no debería serte complicada. Gracias a ellos, puedes conocer y familiarizarte con el formato de las pruebas, sea cual sea la asignatura en cuestión. De igual manera, es recomendable que le eches un vistazo a
la estructura de las preguntas, así como la forma en la que se valoran las respuestas.
Por otro lado, en caso de que logres reunir un importante número de exámenes pasados, debes tener en cuenta que
será más sencillo detectar las cuestiones o temas más frecuentes, lo cual te puede servir de orientación a la hora de focalizar tu contenido de estudio.
5. Buscar una academia para preparar selectividad
Tal y como hemos comentado al inicio de este artículo,
nuestra mejor recomendación es que optes por una academia evau. Con total probabilidad, te habrás percatado de que el curso escolar en 2º de bachillerato finaliza varias semanas antes de la llegada de la selectividad. Como consecuencia, existe la posibilidad de que, durante ese período, no seas capaz de mantener el ritmo de trabajo planteado por tu centro de estudios. Por eso, te aconsejamos recurrir a ayuda adicional o, lo que es lo mismo, una academia.
Además, no podemos pasar por alto la cantidad de ventajas que espacios como Academia Carta Blanca traen consigo. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, al
trato personalizado, ya que en estos centros hay menos alumnos matriculados que en cualquier colegio o instituto que se precie. De igual manera, no hay que olvidar
la preparación extra de asignaturas específicas, una cualidad de la que carece la mayoría de instituciones educativas de nuestro país, pues el horario está fijado desde principios de curso y es invariable.
Y, por último, pero no por ello menos importante, el acceso a multitud de recursos en línea. Cabe destacar que una considerable cifra de academias contempla
la opción de preparar la selectividad desde casa, con el fin de cumplir las exigencias de los alumnos, quienes prefieren hacer lo propio para no perder su valioso tiempo en atascos, o sin depender del transporte público para llegar al sitio en cuestión. En definitiva, decántate por aquella opción que entienda que
tu tiempo es oro.
6. Estudiar de forma eficiente
De acuerdo con los expertos, no se trata de pasar infinidad de horas frente a un libro, o la pantalla de tu ordenador o
tablet. El truco está en encontrar
la forma que mejor se adapte a tus necesidades para aprender los contenidos, como son los resúmenes, los esquemas o, incluso, los mapas mentales.
Sin olvidar que el trabajo en grupo no solo es aplicable a la vida laboral, y que
hacerlo durante la preparación de los exámenes de selectividad puede ayudarte a ti y tus compañeros a inclinar la balanza hacia resultados más que positivos.
En definitiva, como no podía ser de otra manera, un capítulo tan determinante en la vida de una persona como este precisa de una preparación acorde a tus expectativas de futuro.