Ocho personas de origen británico se sentarán en el banquillo de los acusados por un delito de estafa y organización criminal, por captar desde 2014 a 2017 a turistas compatriotas para denunciar falsas intoxicaciones alimentarias en hoteles de Mallorca.
El juzgado de Instrucción número 2 de Palma ha dictado un auto por el que procesa a los ocho presuntos responsables de este fraude, cuyas indemnizaciones obtenidas por las falsas intoxicaciones a touroperadores y hoteles alcanzarían los 200.000 euros, según avanzó el diario Última Hora.
El supuesto fraude consistía en la presentación de reclamaciones por falsas intoxicaciones alimentarias por parte de turistas británicos a quienes solo se les pedía para probarlo el recibo de algún fármaco antidiarreico y que exigían la devolución del coste de su viaje a los hoteleros a través de sus turoperadores.
Tras meses de investigación, en 2017, la Guardia Civil realizó seis registros en domicilios y dos en locales comerciales de Palma y Calviá, donde detuvieron a siete miembros de la trama que contaba con una red de agentes comerciales que ofrecían a los turistas tramitarles las denuncias fraudulentas y les indicaban la mecánica para documentar su reclamación a cambio de una parte de la indemnización.
La organización criminal llevaba a cabo su actividad principalmente en Mallorca, donde al inicio de la investigación el fraude fue cifrado por la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) en unos 50 millones de euros.
La banda supuestamente también actuaba en otras zonas turísticas españolas donde la estafa podría sumar otros 10 millones de euros. Los sospechosos convencían a turistas británicos para que se inventaran dolencias y, tras la reclamación, cobraban un porcentaje del dinero obtenido, según la investigación.
Tras pasar a disposición judicial en septiembre de 2017, el juzgado de instrucción número 7 de Palma decretó la libertad provisional para cinco de los siete detenidos por aquel entonces y ordenó retirar el pasaporte a la mujer considerada líder de la trama, una empresaria de Magaluf (Calvià).
La investigación concluye que hay indicios de cómo los presuntos autores del fraude captaban a los clientes, les efectuaban la propuesta de reclamación y les indicaban como realizar la posterior reclamación.
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