Sociedad

Placas solares portátiles: estos son sus beneficios

En un contexto de incertidumbre en el que el precio de la luz continúa creciendo debido a diferentes factores, las fórmulas sostenibles adquieren protagonismo

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  • Una placa solar.

En un contexto de incertidumbre como el actual en el que el precio de la luz continúa creciendo incesantemente debido a diferentes factores, las fórmulas sostenibles adquieren un protagonismo necesario y perentorio. Además, en un país como España en el que la exposición solar constituye uno de nuestros grandes activos y una de las fuentes de energía con mayor potencial, desaprovecharla contribuye a incurrir en gastos evitables y, por lo que parece, crecientes, al menos, en un futuro próximo.

No obstante, por determinadas circunstancias (en muchos casos de naturaleza económica), muchas personas no pueden dar el salto al autoconsumo. En parte, por ello, los paneles solares portátiles han adquirido una gran popularidad durante los últimos años. Como su propio nombre indica, su principal propuesta de valor radica en la posibilidad de instalarlos de forma dinámica en puntos, a priori inaccesibles, o para cubrir necesidades limitadas o puntuales. Sin embargo, lo cierto es que sus beneficios van más allá. A continuación, te contamos por qué deberías optar por instalar una placa solar portatil. ¡Presta atención!

Cuentan con un diseño más ligero

En comparación con las placas solares tradicionales, poseen unas dimensiones considerablemente más reducidas. Por ejemplo, una placa solar portátil de una potencia de 110 W necesita una superficie útil estimada de 178 cm de anchura, 42 cm de altura y 2,5 cm de profundidad una vez que se ha desplegado.

Su instalación es altamente flexible e intuitiva

Las placas solares portátiles cuentan con una estructura plegable que, unida a su ligereza, permite unos procesos de instalación y desinstalación bastante asequibles. Su composición a base de silicio monocristalino, un material liviano, adaptable y resistente, torna la su utilización en experiencias cómodas. Algo especialmente importante en contextos condicionados por desplazamientos o asentamientos temporales. Además, cuentan con diseños de tipo autoportante, por lo que su transporte resulta cómodo y no requiere del consumo o disponibilidad de grandes espacios.

Su minimalismo y su ligereza no comprometen sus potencialidades a nivel de eficiencia y rendimiento

El rendimiento que proporcionan las placas solares portátiles es llamativo. En promedio, tienden a alcanzar una tasa de eficiencia de conversión energética superior al 20%. Este parámetro mide el volumen de energía eléctrica que el panel es capaz de absorber sobre el cómputo global de energía solar que se acumula en su superficie útil. Se trata de una cuota excepcionalmente elevada, de hecho, la cuota promedio de conversión de energía de los paneles convencionales que encontramos en el mercado se sitúa entre un 15% y un 20% de la energía total.

No obstante, dicho ratio de rendimiento no compromete su concepto original: La ligereza, el confort y la portabilidad. Continuando con la referencia propuesta en el epígrafe anterior, un modelo de 110 W con 178 cm de anchura, 42 cm de altura y 2,5 cm de profundidad, en su versión plegada tan sólo ocupa un espacio total de 42 cm de ancho, 48 cm de alto y 2,5 cm de fondo. Además, una vez plegado, su estructura se integra dentro de un maletín que puede transportarse fácil y cómodamente.

Robustez y garantías en materia de rendimiento y durabilidad

Las placas solares portátiles están elaboradas a partir de materiales altamente resistentes. Desde su concepción, han sido desarrolladas para largos periodos de exposición solar y, también, a otro tipo de agentes externos. Gracias a ello su vida útil se extiende en todo tipo de circunstancias térmicas (tanto a temperaturas bajas como elevadas). En el mercado podemos encontrar modelos preparados para funcionar a pleno rendimiento en una horquilla de temperaturas situada entre los 20 grados bajo cero y los 85 grados centígrados.  Además, al estar revestidas de polímero termoplástico resistente, se conservan ante una exposición a los rayos UV. Por otro lado, sus potencialidades en términos de durabilidad se expanden a la exposición al polvo o al agua, gracias a su alta impermeabilidad.

Son una alternativa asequible

Aunque a priori se tiende a creer que todas sus prestaciones se traducen en un precio de venta elevado, lo cierto es que constituyen una de las alternativas sostenibles más accesibles desde el punto de vista económico. Por ejemplo, en el mercado es posible identificar modelos con una potencia de 110 W a un precio de venta inferior a 400 euros. Por otra parte, más allá de su reducida inversión inicial, su adquisición va asociada a una amortización en períodos de tiempo muy reducidos gracias a las grandes oportunidades de ahorro que van implícitas en su instalación como sistema de autoconsumo. 

Optar por placas solares portátiles puede traducirse, no sólo en unas experiencias turísticas más cómodas y disfrutables, sino también en la posibilidad de reducir gastos en concepto de consumo de energía.

Disponibilidad de energía rápida

La instalación de placas solares repercute en un autoconsumo inmediato gracias a que las placas portátiles cuentan con sistemas optimizados para proporcionar tiempos de recarga muy reducidos. Además, gracias a su ligereza, su recarga es posible en el automóvil.

El número de paneles solares de la instalación fotovoltaica, determinará la cantidad de energía que tendremos capacidad para autoconsumir. Por ese motivo, se traducirá en un ahorro que conseguiremos en el consumo energético. Este hecho explica cuál es la importancia que tiene optimizar el número de placas fotovoltaicas para así obtener un ahorro considerable en las facturas de la luz.

El número de paneles solares que requiramos dependerá directamente de la forma que tengamos de consumo, así como la cantidad de energía que consumamos. A nivel general, la instalación de autoconsumo fotovoltaico al hablar de una vivienda unifamiliar, requerirá de una media de hasta 3 placas solares, con una potencia comprendida de 320W por cada 2.000 kWh de consumo cada año. 

Sin embargo, estos datos no tienen por qué aplicarse siempre a nivel general. En el momento en que debamos seleccionar de manera exacta las placas necesarias para el hogar, tendremos en consideración tanto las características propias del panel, como las de nuestro hogar. De esta forma, conseguiremos disfrutar de todos los beneficios que conlleva instalar placas solares para el autoconsumo.

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