Mantenerse al día con los pagos de nuestras deudas no siempre es tarea fácil. En la vida o en nuestro negocio pueden surgir circunstancias o imprevistos que nos lleven a tener que pedir uno o varios préstamos. Pero pasado un tiempo, ante la situación de tener que devolver ese dinero, podemos vernos ante varios recibos cuya administración nos resulta complicada. Una de las soluciones para aliviar la presión de esas deudas o de sus cuotas es optar por la reunificación de deuda. Hablamos de un tipo de préstamo diseñado para aportar un mayor grado de sencillez a este tipo de casos. Con estos préstamos podremos cancelar el resto de deudas que tengamos y contar con una sola cuota más fácil de gestionar. La razón es que tendremos una deuda única cuyo tiempo de devolución e importe está acotado. Así que, ya sabes, si quieres que administrar la devolución de tus préstamos sea mucho más eficiente ¡reunifica tus deudas y ahorra!
Combinar para simplificar
La reunificación de deudas se basa en un principio básico: combinar tus deudas para ahorrar tiempo y dinero. ¿Te suena famoso dicho “la unión hace la fuerza”? Pues aquí también puede ser de aplicación. Con un préstamo de reunificación de deuda lo que hacemos es combinar o unificar los préstamos que ya tenemos en uno más grande con el fin de que sea más asequible y sencillo de manejar. La idea es que con él puedas pagar cualquier deuda que hayas adquirido con anterioridad, sea cual sea su interés.
La importancia de comparar antes de contratar
El objetivo de la reunificación de deudas es la simplificación de la administración de tus préstamos, pero esto no quiera decir que se trate de un proceso sencillo. Más bien lo contrario. La reunificación de deudas es un proceso complejo y delicado que conviene llevar a cabo con entidades de garantías que ofrezcan productos financieros que se adapten a tus necesidades. Por ello, es conveniente realizar un análisis adecuado de las opciones que el mercado pone a nuestra disposición. Cada situación es distinta, y puede haber opciones de reunificación de deudas que se ajusten mejor a nuestras circunstancias particulares. Antes de contratar cualquier servicio, es aconsejable, por tanto, mirar diferentes alternativas en alguna de las plataformas especializadas en comparación de préstamos.
¿Qué pasa si me decido por reunificar mis deudas?
Lo primero que debes saber es que un préstamo de reunificación de deuda no difiere en gran medida de cualquier otro préstamo personal. La única diferencia es que el dinero que recibes mediante este sistema de financiación va dirigido a pagar las deudas que hayas contraído y que estén vigentes (sin importar el tipo de deuda de que se trate).
El proceso para reunificar tus deudas no tiene mayor misterio. El primer paso consistiría en calcular el importe total de las deudas que tengas en curso. A ese cálculo le deberás añadir el coste de la cancelación anticipada de las deudas que vayas a consolidar. A partir de ahí, quedaría buscar y comparar las diferentes alternativas que hay a tu disposición para la cantidad que corresponda, e iniciar el proceso de aprobación del préstamo. Una vez recibido el dinero, no habrá más que cancelar el resto de deudas inmediatamente, quedando una sola deuda a pagar.
Principales ventajas de la reunificación de deuda
Son, básicamente, dos: simplificación y comodidad. La reunificación de deudas nos proporcionará una deuda única, asequible, y más fácil de recordar y de gestionar. Esto nos ayudará a ganar tiempo en la organización de las cuentas y ser más precisos a la hora de administrar nuestras finanzas. Pero no sólo eso, en muchos casos, a través de la reunificación de deuda, podremos refinanciar nuestras tasas de interés (TAE) y reducir las comisiones. En otras palabras, además de tiempo y esfuerzo, podremos ahorrar dinero.
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